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La guerra de guerrillas
Ernesto Che Guevara 2t1df
1. Principios generales de la lucha
guerrillera. b703r
Esencia
de la lucha guerrillera. Estrategia guerrillera
. Tctica guerrillera . Guerra en terrenos
favorables. Guerra en terrenos desfavorables.
Guerra Suburbana.
1.
Esencia de la lucha guerrillera
La
victoria armada del pueblo Cubano sobre
la dictadura batistiana ha sido, adems
del triunfo pico recogido por los noticieros
del mundo entero, un modificador de viejos
dogmas sobre la conducta de las masas populares
de la Amrica Latina, demostrando palpablemente
la capacidad del pueblo para liberarse de
un gobierno que lo atenaza, a travs de
la lucha guerrillera.
Consideramos
que tres aportaciones fundamentales hizo
la Revolucin Cubana a la mecnica de los
movimientos revolucionarios en Amrica,
son ellas:
1.
Las fuerzas populares pueden ganar una guerra
contra el ejrcito.
2.
No siempre hay que esperar a que se den
todas las condiciones para la revolucin;
el foco insurreccional puede crearlas.
3.
En la Amrica subdesarrollada el terreno
de la lucha armada debe ser fundamentalmente
el campo.
De
estas tres aportaciones, las dos primeras
luchan contra la actitud quietista de revolucionarios
o seudorrevolucionarios que se refugian,
y refugian su inactividad, en el pretexto
de que contra el ejrcito profesional nada
se puede hacer, y algunos otros que se sientan
a esperar a que, en una forma mecnica,
se den todas las condiciones objetivas y
subjetivas necesarias, sin preocuparse de
acelerarlas. Claro como resulta hoy para
todo el mundo, estas dos verdades indubitables
fueron antes discutidas en Cuba y probablemente
sean discutidas en Amrica tambin.
Naturalmente,
cuando se habla de las condiciones para
la revolucin no se puede pensar que todas
ellas se vayan a crear por el impulso dado
a las mismas por el foco guerrillero. Hay
que considerar siempre que existe un mnimo
de necesidades que hagan factible el establecimiento
y consolidacin del primer foco. Es decir,
es necesario demostrar claramente ante el
pueblo la imposibilidad de mantener la lucha
por las reivindicaciones sociales dentro
del plano de la contienda cvica. Precisamente,
la paz es rota por las fuerzas opresoras
que se mantienen en el poder contra el derecho
establecido.
En
estas condiciones, el descontento popular
va tomando formas y proyecciones cada vez
ms afirmativas y un estado de resistencia
que cristaliza en un momento dado en el
brote de lucha provocado inicialmente por
la actitud de las autoridades.
Donde
un gobierno haya subido al poder por alguna
forma de consulta popular, fraudulenta o
no, y se mantenga al menos una apariencia
de legalidad constitucional, el brote guerrillero
es imposible de producir por no haberse
agotado las posibilidades de la lucha cvica.
El
tercer aporte es fundamentalmente de ndole
estratgica y debe ser una llamada de atencin
a quienes pretenden con criterios dogmticos
centrar la lucha de las masas en los movimientos
de las ciudades, olvidando totalmente la
inmensa participacin de la gente del campo
en la vida de todos los pases subdesarrollados
de Amrica. No es que se desprecie las luchas
de masas obreras organizadas, simplemente
se analiza con criterio realista
las posibilidades, en las condiciones difciles
de la lucha armada, donde las garantas
que suelen adornar nuestras constituciones
estn suspendidas o ignoradas. En estas
condiciones los movimientos obreros deben
hacerse clandestinos, sin armas, en la ilegalidad
y arrastrando peligros enormes; no es tan
difcil la situacin en campo abierto, apoyados
los habitantes por la guerrilla armada y
en lugares donde las fuerzas represivas
no pueden llegar.
Independientemente
de que despus hagamos un cuidadoso anlisis,
estas tres conclusiones que se desprenden
de la experiencia revolucionaria Cubana
las apuntamos hoy a la cabeza de este trabajo
por considerarlas nuestro aporte fundamental.
La
guerra de guerrilla, base de la lucha de
un pueblo por redimirse, tiene diversas
caractersticas, facetas distintas, aun
cuando exista siempre la misma voluntad
esencial de liberacin. Es obvio, y los
tratadistas sobre el tema lo han dicho sobradamente,
que la guerra responde a una determinada
serie de leyes cientficas, y quien quiera
que vaya contra ellas, ir a la derrota.
La guerra de guerrillas, como fase de la
misma, debe regirse por todas ellas; pero
por su aspecto especial, tiene, adems,
una serie de leyes rias que es preciso
seguir para llevarla hacia adelante. Es
natural que las condiciones geogrficas
y sociales de cada pas determinen el modo
y las formas peculiares que adoptar la
guerra de guerrillas, pero sus leyes esenciales
tienen vigencia para cualquier lucha de
este tipo.
Encontrar
las bases en que se apoya este tipo de lucha,
las reglas a seguir por los pueblos que
buscan su liberacin; teorizar lo hecho,
estructurar y generalizar esta experiencia
para el aprovechamiento de otros, es nuestra
tarea del momento.
Lo
primero que hay que establecer es quines
son los combatientes en una guerra de guerrillas.
De un lado tenemos el ncleo opresor y su
agente, el ejrcito profesional, bien armado
y disciplinado, que, en muchos casos, puede
contar con el apoyo extranjero y el de pequeos
ncleos burocrticos, paniaguados al servicio
de ese ncleo opresor. Del otro, la poblacin
de la nacin o regin de que se trate. Es
importante destacar que la lucha guerrillera
es una lucha de masas, es una lucha de pueblo:
la guerrilla, como ncleo armado, es la
vanguardia combatiente del mismo, su gran
fuerza radica en la masa de la poblacin.
No debe considerarse a la guerrilla numricamente
inferior al ejrcito contra el cual combate,
aunque sea inferior su potencia de fuego.
Por esto es preciso acudir a la guerra de
guerrillas cuando se tiene junto a s un
ncleo mayoritario y para defenderse de
la opresin un nmero infinitamente menor
de armas.
El
guerrillero cuenta, entonces, con todo el
apoyo de la poblacin del lugar. Es una
cualidad sine qua non. Y se ve muy claro,
tomando como ejemplo gavillas de bandoleros
que operan en una regin; tienen todas las
caractersticas del ejrcito guerrillero:
homogeneidad, respeto al jefe, valenta,
conocimiento del terreno, y muchas veces,
hasta cabal apreciacin de la tctica a
emplear. Falta slo el apoyo del pueblo;
e inevitablemente estas gavillas son detenidas
o exterminadas por la fuerza pblica.
Analizado
el modo operacional de la guerrilla, su
forma de lucha y comprendiendo su base de
masas slo nos resta preguntar: por qu
lucha el guerrillero? Tenemos que llegar
a la conclusin inevitable de que el guerrillero
es un reformador social, que empua las
armas respondiendo a la protesta airada
del pueblo contra sus opresores y que
lucha por cambiar el rgimen social que
mantiene a todos sus hermanos desarmados
en el oprobio o la miseria. Se lanza contra
las condiciones especiales de la institucionalidad
de un momento dado y se dedica a romper,
con todo el vigor que las circunstancias
permitan, los moldes de esa institucionalidad.
Cuando analicemos ms a fondo la tctica
de guerra de guerrillas, veremos que el
guerrillero debe tener un conocimiento cabal
del terreno que pisa, sus trillos de
y escape, posibilidades de maniobrar con
rapidez, apoyo del pueblo, naturalmente
y lugares donde esconderse. Todo esto indica
que el guerrillero ejercer su accin en
lugares agrestes y poco poblados, y en estos
parajes, la lucha del pueblo por sus reivindicaciones
se sita preferentemente y, hasta casi exclusivamente,
en el plano del cambio de la composicin
social de la tenencia de la tierra, es decir,
el guerrillero es, ante todo, un revolucionario
agrario. Interpreta los deseos de la gran
masa campesina de ser duea de la tierra,
duea de sus medios de produccin, de sus
animales, de todo aquello que ha anhelado
durante aos, de lo que constituye su vida
y constituir tambin su cementerio.
Para
la corriente interpretacin de la guerra
de guerrillas debe establecerse que hay
dos tipos diferentes, uno de los cuales,
el de ser una forma de lucha complementaria
a la de los grandes ejrcitos regulares
tal como el caso de las guerrillas ukranianas
en la Unin Sovitica, no interesa para
este anlisis. Nos interesa el caso de un
grupo armado que va progresando en la lucha
contra el poder constituido, sea colonial
o no, que se establece como base nica y
que va progresando en los medios rurales.
En todos estos casos, cualquiera que sea
la estructura ideolgica que anime la lucha,
la base econmica est dada por la
aspiracin a la tenencia de la tierra.
La
China de Mao se inicia como un brote de
los ncleos obreros del Sur que es derrotado
y casi aniquilado. Solamente se estabiliza
e inicia su marcha ascendente cuando despus
de la gran marcha del Yenn se asienta en
territorios rurales y coloca como base de
reivindicaciones la reforma agraria. La
lucha de Ho Chi Minh en Indochina se basa
en los campesinos arroceros oprimidos por
el yugo colonial francs y con esa fuerza
va progresando hasta derrotar a los colonialistas.
En ambos casos hay un parntesis de guerra
patritica contra el invasor japons, pero
no se desvanece la base econmica de lucha
por la tierra. En el caso de Argelia, la
gran idea del nacionalismo rabe tiene su
rplica econmica en el usufructo de la
casi totalidad de las tierras laborables
de Argelia por un milln de colonos ses,
y en algunos pases como Puerto Rico, donde
las condiciones particulares de la Isla
no han permitido un brote guerrillero, el
espritu nacionalista herido en lo ms profundo
por la discriminacin que se comete a diario
contra ellos tiene como base la aspiracin
del campesino (aunque ya muchas veces est
proletarizado) por la tierra que le arrebata
el invasor yanqui y esta misma idea central
fue la que animaba, aunque en diferentes
proyecciones, a los hacendados pequeos,
campesinos y esclavos de las haciendas orientales
de Cuba que cerraron filas para defender
juntos el derecho a la posesin de la tierra,
durante la guerra de liberacin de los 30
aos.
Pese
a caractersticas especiales que la convierten
en un tipo de guerra, y teniendo en cuenta
las posibilidades de desarrollo de la guerra
de guerrillas, que se transforma, con el
aumento de la potencialidad del ncleo operante
en una guerra de posiciones, debe
considerarse que este tipo de lucha es un
embrin de la misma, un proyecto; las posibilidades
de crecimiento de la guerrilla y de cambiar
el tipo de pelea hasta llegar a una guerra
convencional son tantas como las posibilidades
de derrotar al enemigo en cada una de las
distintas batallas, combates o escaramuzas
que se libren. Por eso, un principio fundamental
es que no se debe dar, de ninguna manera,
batalla que no se gane, combate o escaramuza
que no se gane. Hay una definicin antiptica
que expresa: el guerrillero es el jesuita
de la guerra. Indica con esto una cualidad
de alevosa, de sorpresa, de nocturnidad,
que son evidentemente elementos esenciales
de la lucha guerrillera. Es naturalmente,
un jesuitismo especial impulsado por las
circunstancias que obligan a tomar en algunos
momentos una determinacin diferente de
las concepciones romnticas y deportivas
con que se nos pretende hacer creer que
hace la guerra.
La
guerra es siempre una lucha donde ambos
contendientes tratan de aniquilar uno al
otro. Recurrirn entonces a todas las triquiuelas,
a todos los trucos posibles, para conseguir
este resultado, adems de la fuerza. Las
estrategias y las tcticas militares son
la representacin de las aspiraciones del
grupo que analiza y del modo de llevar a
cabo estas aspiraciones, y este modo contempla
el aprovechamiento de todos los puntos dbiles
del enemigo. Desmenuzando, en una guerra
de posiciones, la accin de cada pelotn
de un gran ncleo de ejrcito, se observan
las mismas caractersticas, en cuanto a
la lucha individual, que las que se presentarn
en la guerrilla. Hay alevosa, hay nocturnidad,
hay sorpresa, y cuando no se producen, es
porque es imposible tomar desprevenidos
a quienes estn enfrente vigilando. Pero
como la guerrilla es una divisin de por
s, y como hay grandes zonas de terrenos
no vigiladas por el enemigo, siempre se
pueden realizar estas tareas de manera de
asegurar la sorpresa, y es deber del guerrillero
hacerlo.
Muerde
y huye le llaman algunos despectivamente,
y es exacto. Muerde y huye, espera, acecha,
vuelve a morder y a huir y as sucesivamente,
sin dar descanso al enemigo. Hay en todo
esto, al parecer, una actitud negativa;
esa actitud de retirada, de no dar combates
frontales, sin embargo, todo es consecuente
con la estrategia general de la guerra de
guerrillas, que es igual en su fin ltimo
a la de una guerra cualquiera: lograr el
triunfo, aniquilar al enemigo.
Queda
bien establecido que la guerra de guerrillas
es una fase la guerra que no tiene de por
s oportunidades de lograr el triunfo, es
adems una de las fases primarias de la
guerra y se ir desenvolviendo y desarrollando
hasta que el Ejrcito Guerrillero, en su
crecimiento constante, adquiera las caractersticas
de un Ejrcito Regular. En ese momento estar
listo para aplicar golpes definitivos al
enemigo y acreditarse la victoria. El triunfo
ser siempre el producto de un Ejrcito
Regular, aunque sus orgenes sean el de
un Ejrcito Guerrillero.
Ahora
bien, as como el general de una divisin
no tiene que morir en una guerra moderna
al frente de sus soldados, el guerrillero,
que es general de s mismo, no debe morir
en cada batalla; est dispuesto a dar su
vida, pero precisamente, la cualidad positiva
de esta guerra de guerrillas es que cada
uno de los guerrilleros est dispuesto a
morir, no por defender un ideal sino por
convertirlo en realidad. Esa es la base,
la esencia de la lucha de guerrillas. El
milagro por el cual un pequeo ncleo de
hombres, vanguardia armada del gran ncleo
popular que los apoya, viendo ms
all del objetivo tctico inmediato, va
decididamente a lograr un ideal, a establecer
una sociedad nueva, a romper los viejos
moldes de la antigua, a lograr, en definitiva,
la justicia social por la que la lucha.
Consideradas
as todas las palabras despectivas adquieren
su verdadera grandeza, la grandeza del fin
a que estn destinadas, y conste que no
se hablaba de medios retorcidos para llegar
al fin; la actitud de lucha, esa actitud
que no debe desmayar en ningn momento,
es inflexibilidad frente a los grandes problemas
del objetivo final, es tambin la grandeza
del guerrillero.
2.
Estrategia guerrillera
En
la terminologa guerrera, se entiende por
estrategia el anlisis de los objetivos
a lograr, considerando una situacin militar
total y las formas globales de lograr estos
objetivos.
Para
una correcta apreciacin estratgica, desde
el punto de vista de la guerrilla, es necesario
analizar profundamente cul ser el modo
de actuar del enemigo. Si en algn momento
es vlida la apreciacin de que el objetivo
final es destruir completamente la fuerza
opositora, en el caso de una guerra civil
de este tipo se encuentra el ejemplo clsico:
el enemigo tendr que procurar la destruccin
total de cada uno de los componentes de
la guerrilla; y el guerrillero, a la inversa,
debe analizar los recursos con que cuenta
el contrario para tratar de llegar a esa
solucin; los medios con que cuenta en hombres,
en movilidad, en apoyo popular, en armamento
y en capacidad de direccin. Debemos adecuar
nuestra estrategia a estos estudios, considerando
siempre el objetivo final de derrotar al
ejrcito enemigo.
Hay
aspectos fundamentales a estudiar: el armamento,
por ejemplo, la forma de utilizar ese armamento;
analizar exactamente cul es el valor
de un tanque en una lucha de este tipo,
cul el de un avin, analizar cules son
las armas del enemigo, su parque, sus costumbres;
porque el aprovisionamiento ms importante
de la fuerza guerrillera, est precisamente
en el armamento enemigo. Si hay posibilidad
de eleccin debe preferir el mismo tipo
que el usado por ste, pues el ms grande
enemigo de la guerrilla es la falta de parque,
que debe proveer el contrincante.
Una
vez hecho esto, graduados y analizados los
objetivos a lograr, hay que ir estudiando
el ordenamiento de los pasos para la consecucin
del objetivo final, ordenamiento que se
prever, pero que se ir modificando en
el transcurso de la lucha y adecuando a
la serie de circunstancias no previstas
que puedan surgir durante la misma.
En
el primer momento, lo esencial para el guerrillero
ser no dejarse destruir. Paso a paso, ser
ms fcil para los integrantes de la guerrilla
o de las diferentes guerrillas, adaptarse
al medio de vida y convertir en una accin
cotidiana y, como tal, fcil el huir, despistar
a las fuerzas que estn lanzadas en su persecucin.
Logrado este objetivo, tomando posiciones
cuya inaccesibilidad impida al enemigo llegar
hasta ellos, o consiguiendo fuerzas que
disuadan a ste de atacar, debe procederse
al debilitamiento gradual del mismo, debilitamiento
que se provocar en el primer momento en
los lugares ms cercanos a los puntos de
lucha activa contra la guerrilla, y, posteriormente,
se ir profundizando en territorio enemigo,
atacando sus comunicaciones, atacando luego,
o molestando, las bases de operaciones y
las bases centrales, hostigndolo en forma
total en la medida de las posibilidades
de las fuerzas guerrilleras.
El
golpeteo debe ser constante. Al soldado
enemigo que est en un lugar de operaciones
no se le debe dejar dormir, las postas
deben ser atacadas y liquidadas sistemticamente.
Debe darse en todo momento la impresin
de que un cerco completo rodea al adversario;
en las zonas boscosas y quebradas, durante
todo el da, en las zonas llanas o fcilmente
permeables por patrullas adversarias, durante
la noche. Para hacer todo esto, es necesaria
la cooperacin absoluta del pueblo y el
conocimiento perfecto del terreno. Dos condiciones
cuya necesidad apunta en cada minuto de
la vida del guerrillero. Por eso hay que
establecer, al mismo tiempo que centros
de estudio de las zonas de operaciones y
centros de estudio de las zonas de operaciones
futuras, trabajo popular intensivo, explicando
los motivos de la revolucin, los fines
de esta misma revolucin y diseminando la
verdad incontrovertible de que en definitiva
contra el pueblo no se puede vencer. Quien
no sienta esta verdad indubitable no puede
ser guerrillero.
Este
trabajo popular debe centralizarse en el
primer momento sobre la discrecin, es decir,
debe pedirse a cada campesino, a cada miembro
de la sociedad donde se acta, que no comenten
lo que vean u oigan; despus buscar la
ayuda de habitantes cuya lealtad a la revolucin
ofrezca mayores garantas, posteriormente
se utilizar a esas personas en tareas de
o, de transporte de mercancas o
de armas de prcticos en las zonas que l
conozca, y ms tarde, se puede llegar a
la accin de masas ya organizadas en los
centros de trabajo, cuyo resultado final
ser la huelga general.
La
huelga es un factor importantsimo en la
guerra civil, pero para llegar a ella es
necesario una serie de complementos que
no se dan siempre y que, espontneamente,
se dan muy pocas veces, hay que ir a crear
los factores necesarios y esta creacin
se basa en la explicacin de los motivos
de la revolucin, en la demostracin de
las fuerzas del pueblo y de sus posibilidades.
Se
puede tambin recurrir a determinados grupos
muy homogneos y que tienen que demostrar
eficacia previa en labores menos peligrosas
para hacer sabotaje, que es otra de las
terribles armas de la guerrilla; se puede
paralizar ejrcitos enteros, se puede detener
la vida industrial de una zona, quedando
los habitantes de una ciudad sin industria,
sin luz, sin agua, sin comunicaciones de
ninguna clase, sin poder arriesgarse a salir
sino a determinadas horas, por una carretera.
Si se logra todo esto, la moral de los enemigos
va decayendo, va decayendo la moral de sus
unidades combatientes y se torna madura
la fruta para arrancarla en el momento preciso.
Todo
esto presupone un aumento del territorio,
abarcado por la accin guerrillera, pero
nunca se debe ir a un aumento exagerado
de ese territorio. Hay que conservar siempre
una base de operaciones fuerte y continuar
fortalecindola durante el curso de la guerra.
Hay que utilizar medidas de adoctrinamiento
de los habitantes de la zona, medidas de
saneamiento contra los enemigos irreconciliables
de la revolucin y perfeccionar todos los
sistemas puramente defensivos, como trincheras,
minas y comunicaciones dentro de ese territorio.
Cuando
la guerrilla ha alcanzado un podero respetable
en armas y en nmero de combatientes, debe
irse a la formacin de nuevas columnas.
Es un hecho parecido al de la colmena que,
en determinado momento, suelta una nueva
reina que se va a otra regin con parte
del enjambre. La colmena madre, con el jefe
guerrillero ms notable, quedar en lugares
menos riesgosos, mientras las nuevas columnas
perforarn otros territorios enemigos, siguiendo
el ciclo ya descrito.
Llega
un momento en que el territorio ocupado
por las columnas es pequeo para contenerlas
y en su avance hacia las regiones slidamente
defendidas por el enemigo, deben enfrentarse
con fuerzas poderosas. En este instante,
las columnas se renen, se ofrece un frente
de lucha compacto, se llega a una guerra
de posiciones, una guerra desarrollada por
ejrcitos regulares. Sin embargo, no puede
desligarse el antiguo ejrcito guerrillero
de su base, y se deben formar nuevas guerrillas
detrs del enemigo, que acten en la misma
forma en que actuaban las primarias en el
otro territorio y vayan penetrndolo hasta
dominarlo.
As
se llega al ataque, al cerco de las plazas,
a la derrota de los refuerzos, a la accin
cada vez ms enardecida de las masas en
todo el territorio nacional y al objetivo
final de la guerra: la victoria.
3.
Tctica guerrillera
En
lenguaje militar, tctica es el modo prctico
de llevar a efecto los grandes objetivos
estratgicos. Es, en algunos modos, un complemento
de la estrategia y en otros una especie
de reglamento de la misma; mucho ms variables,
mucho ms flexibles que los objetivos finales,
los medios deben adaptarse a cada momento
de la lucha. Hay objetivos tcticos que
permanecen constantes durante una guerra
y otros que van variando. Lo primero que
hay que considerar es el acoplamiento de
la accin guerrillera a la accin del enemigo.
Caracterstica
fundamental de una guerrilla es la movilidad,
lo que le permite estar en pocos minutos
lejos del teatro especfico de la accin
y en pocas horas lejos de la regin de la
misma, si fuera necesario; que le permite
cambiar constantemente de frente y evitar
cualquier tipo de cerco. De acuerdo con
los momentos de la guerra, puede dedicarse
la guerrilla exclusivamente a huir de un
cerco, nica forma de obligarla a
una batalla decisiva que puede ser muy desfavorable,
y tambin a establecer luchas de contracerco
(pequeas partidas de hombres presumiblemente
estn rodeadas por el enemigo cuando de
pronto el enemigo est rodeado por contingentes
mayores, o esos hombres, colocados en un
lugar inexpugnable han servido de seuelo
y todas las tropas y el abastecimiento que
va para el ejrcito agresor, han sido cercados,
han sido aniquilados de alguna manera).
Caracterstica de esta guerra de movilidad
es lo que se denomina minuet, por la analoga
con el baile de ese nombre: las guerrillas
cercan una posicin enemiga, una columna
que avanza por ejemplo: la cercan absolutamente,
por los cuatro puntos cardinales, pero con
cinco o seis hombres en cada lugar y convenientemente
alejados para no ser a su vez cercados;
se entabla la lucha en cualquiera de los
puntos y el ejrcito se moviliza hacia l;
la guerrilla retrocede entonces, manteniendo
siempre o visual con el enemigo y
se inicia el ataque desde otro punto. El
ejrcito repetir la accin anterior y la
guerrilla tambin. As sucesivamente se
puede mantener inmovilizada una columna
enemiga hacindola gastar cantidades grandes
de parque, debilitndole la moral a la tropa,
sin mayores peligros.
Esta
misma prctica debe aplicarse a las horas
de la noche, pero acercndose ms, demostrando
mayor agresividad, porque es mucho ms difcil
un cerco en esas condiciones. Es decir,
la nocturnidad es otra caracterstica importante
de la guerrilla que sirve para avanzar hacia
posiciones que van a ser atacadas y tambin
para movilizarse en territorios no bien
conocidos donde existe el peligro de delaciones.
Naturalmente, su inferioridad numrica hace
muy necesario que los ataques sean siempre
por sorpresa, esa es la gran ventaja, es
lo que permite al guerrillero hacer
bajas al enemigo sin sufrir prdidas porque
no es lo mismo, en un combate entre cien
hombres de un lado y diez del otro, tener
una baja por cada lado. La baja enemiga
es recuperable en cualquier momento y corresponde
en este ejemplo a un uno por ciento; la
baja de la guerrilla necesita ms tiempo
para ser recuperada porque constituye un
soldado de alta especializacin y es el
diez por ciento del conjunto de las fuerzas
operantes.
Nunca
un soldado muerto de parte de las guerrillas
debe ser dejado con sus armas y con su parque.
El deber de todo soldado guerrillero es,
inmediatamente que cae un compaero, recuperar
estos preciossimos elementos de lucha.
Precisamente, el parque, el cuidado que
hay que tener con l y su metodizacin al
gastarlo, es otra caracterstica de la guerra
de guerrillas. En cualquier combate entre
una fuerza regular y otra guerrillera se
puede identificar a una y a otra por su
manera de hacer fuego: grandes concentraciones
de fuego de parte del ejrcito regular y
tiros aislados y precisos de parte del guerrillero.
Cierta
vez uno de nuestros hroes, ya muerto, debi
emplear su ametralladora durante casi cinco
minutos, rfaga tras rfaga, para impedir
el avance de los soldados enemigos y este
hecho caus una considerable desorganizacin
en nuestras fuerzas porque consideraron,
por el ritmo del fuego, que esa posicin
clave estaba tomada por el adversario, pues
era una de las poqusimas ocasiones en que
se haba hecho caso omiso de la necesidad
de guardar tiros, precisamente por la importancia
del punto defendido.
Otra
caracterstica fundamental del soldado guerrillero
es su flexibilidad para adaptarse a todas
las circunstancias y convertir en favorables
todos los accidentes de la accin. Frente
a la rigidez de los mtodos clsicos
de guerrear, el guerrillero inventa su propia
tctica en cada momento de la lucha y sorprende
constantemente al enemigo.
En
primer lugar, solamente hay posiciones elsticas,
lugares especficos de donde no puede pasar
el enemigo y lugares de diversin del mismo.
Es frecuente observar la sorpresa con que
ste nota que un avance gradual, sorteando
dificultades fcilmente, se encuentra de
pronto frreamente detenido y no hay posibilidades
de seguir adelante. Es que las posiciones
defendidas por los soldados guerrilleros,
cuando se ha podido hacer un estudio cabal
del terreno, son inexpugnables. No se cuenta
cuntos soldados atacan sino cuntos soldados
pueden defenderla, y una vez establecido
ese nmero se defiende contra un batalln
y casi siempre, por no decir siempre, con
xito. Gran tarea de los jefes es elegir
adecuadamente el momento y el lugar en que
una posicin ser defendida hasta el final.
La
forma de ataque de un ejrcito guerrillero
tambin es diferente; se inicia sorpresiva,
furibunda, implacable, y se convierte de
pronto en una pasividad total. El enemigo
sobreviviente, reponindose, cree que el
atacante se ha ido, empieza a tranquilizarse,
a normalizar la vida interior del cuartel
o de la ciudad sitiada y de pronto surge
un nuevo ataque en otro lugar, con las mismas
caractersticas, mientras el grueso de la
guerrilla espera los refuerzos presuntos;
u otra vez, una posta que defiende un cuartel
es atacada de pronto, dominada, y ste cae
en las manos de la guerrilla. Lo fundamental
es la sorpresa y la rapidez del ataque.
Muy
importantes son los actos de sabotaje. Es
preciso diferenciar claramente el sabotaje,
medida revolucionaria de guerra, altamente
eficaz y el terrorismo, medida bastante
ineficaz, en general, indiscriminada
en sus consecuencias, pues hace vctimas
de sus efectos a gente inocente en muchos
casos y que cuesta gran nmero de vidas
valiosas para la revolucin. El terrorismo
debe considerarse como factor valioso cuando
se utiliza para ajusticiar algn connotado
dirigente de las fuerzas opresoras, caracterizado
por su crueldad, por su eficiencia en la
represin, por una serie de cualidades que
hacen de su supresin algo til; pero nunca
es aconsejable la muerte de personas de
poca calidad que traen como consecuencia
un desborde de la represin con su secuela
de muertes.
Hay
un punto sumamente controvertido en la apreciacin
de terrorismo. Muchos consideran que al
usarse y exacerbar la opresin policial,
impide todo o ms o menos legal o
semiclandestino de las masas e imposibilita
su unin para las acciones que seran necesarias
en un momento determinado. Esto, en s,
es exacto, pero sucede tambin que en los
momentos de guerra civil y en determinadas
poblaciones, ya la represin del poder gobernante
es tan grande que, de hecho, est suprimida
toda clase de accin legal y es imposible
una accin de masas que no sea apoyada por
las armas. Por eso hay que tener mucho cuidado
en la adopcin de medidas de este tipo y
analizar las consecuencias generales favorables
que pueden traer para la revolucin. De
todas maneras, el sabotaje es siempre un
arma eficacsima, bien manejada. No debe
emplearse el sabotaje en inutilizar medios
de produccin que deje paralizado algn
sector de la poblacin, es decir, que deje
gente sin trabajo, sin que influya esa paralizacin
en la vida normal de una sociedad; es ridculo
un sabotaje contra una fbrica de refrescos,
pero es absolutamente correcto y recomendable
un sabotaje contra una central elctrica.
En el primer caso se desplazan unos
cuantos obreros y no se modifica el ritmo
de la vida industrial; en el segundo caso
tambin habr un desplazamiento de obreros,
pero perfectamente justificado por la paralizacin
total de la vida de la regin. Insistiremos
en la tcnica del sabotaje en otro momento.
Una
de las armas favoritas del ejrcito, arma
que se ha pretendido constituir en definitiva
en los actuales momentos, es la aviacin;
sin embargo, sta no tiene accin ninguna
mientras la guerra de guerrillas est en
sus etapas primarias, con poca concentracin
de hombres en lugares abruptos. La eficacia
de la aviacin consiste en la destruccin
sistemtica de defensas organizadas y visibles;
para esto debe haber grandes concentraciones
de hombres que hagan estas defensas, lo
que no ocurre en este tipo de guerra. Tambin
es eficaz en las marchas de columnas por
lugares llanos o lugares no protegidos;
sin embargo, este ltimo problema se elude
fcilmente realizando marchas nocturnas.
Uno
de los puntos ms dbiles del enemigo es
el transporte por carretera y ferrocarril.
Es prcticamente imposible vigilar metro
a metro un transporte, un camino, un ferrocarril.
En cualquier lugar se puede poner una carga
considerable de explosivo que inutilice
la va, o tambin explote en el momento
de pasar un vehculo, provocando, adems
de la inutilizacin de las mismas, una considerable
prdida en vidas y material al enemigo.
La
fuente de explosivos es variada: se puede
traer de otras zonas, o pueden servir las
mismas bombas tiradas por la dictadura,
que no siempre estallan, o fabricarse en
laboratorios clandestinos y dentro de la
zona guerrillera. La tcnica para hacerlas
explotar es muy variada: la fabricacin
de los mismos tambin depende de las condiciones
de la guerrilla.
En
nuestros laboratorios hacamos plvora que
utilizbamos como fulminante e inventamos
varios dispositivos para hacer estallar
estas minas en el momento indicado. Los
que daban mejor resultado eran los elctricos,
pero la primera mina que se hizo explotar
fue una bomba arrojada por los aviones de
la dictadura, a la que se le introdujeron
varios fulminantes y se le agreg una escopeta
cuyo gatillo era halado por un hilo. En
el momento en que pas un carro enemigo
se dispar el arma, provocando su explosin.
Se
pueden ir perfilando esas tcnicas hasta
un grado extremo y tenemos noticias de que
en Argelia, por ejemplo, en la actualidad
se usan contra el podero colonial francs
minas teleexplotables, es decir, por un
sistema de radio a larga distancia del punto
donde ellas estn situadas.
La
tcnica de emboscarse en los caminos para
hacer explotar minas y aniquilar a los sobrevivientes
es de las ms remuneradoras en cuanto a
parque y armas; el enemigo sorprendido no
usa sus municiones, no tiene tiempo de huir
y con poco gasto de parque se consiguen
resultados apreciables.
A
medida que se golpea al enemigo va cambiando
su tctica tambin y en vez de salir carros
aislados transitarn verdaderas columnas
motorizadas. Sin embargo, eligiendo bien
el terreno se puede lograr el mismo resultado
fraccionando la columna y acumulando fuerzas
sobre un vehculo. Hay que considerar siempre
en estos casos, los elementos esenciales
de la tctica guerrillera, que son: el conocimiento
absoluto del terreno, la vigilancia y previsin
de los caminos de escape, el conocimiento
y vigilancia de todos los caminos secundarios
que pueden llevar al atacante hacia ese
punto, el conocimiento de la poblacin de
la zona; el apoyo total de sta en cuanto
a abastecimientos, a transporte,
a ocultacin transitoria y a ocultacin
permanente, cuando es necesario dejar compaeros
heridos, la superioridad numrica en un
punto determinado de la accin, la movilidad
total y la posibilidad de contar con reservas.
Si
se cumple con todos estos requisitos tcticos,
la sorpresa en las vas de comunicacin
del enemigo da dividendos notables.
Parte
fundamental de la tctica guerrillera, es
el trato a todos los seres humanos de la
zona. Es importante, asimismo, el trato
dado al enemigo; la norma a seguir debe
ser una implacabilidad absoluta en la hora
del ataque, una implacabilidad absoluta
con todos los elementos despreciables que
se dediquen a la delacin o al asesinato
y una clemencia lo ms absoluta posible
con los soldados que van a combatir cumpliendo,
o creyendo cumplir, su deber militar. Es
buena norma, mientras no haya bases considerables
de operaciones y lugares inexpugnables,
no hacer prisioneros. Los sobrevivientes
deben ser dejados en libertad. Los heridos
deben ser cuidados con todos los recursos
posibles en el momento de la accin. La
conducta con la poblacin civil debe estar
reglada por un gran respeto a todas las
tradiciones y normas de la gente de la zona,
para ir a una demostracin efectiva, con
los hechos, de la superioridad moral del
soldado guerrillero sobre el soldado opresor.
No debe ajusticiarse sin dar oportunidad
de descargo al reo, salvo momento especiales.
4.
Guerra en terrenos favorables
Como
ya dijimos, no siempre la lucha guerrillera
se va a desarrollar en el terreno ms favorable
a la aplicacin de sus tcticas; pero en
el caso en que esto ocurra, es decir, en
que el grupo guerrillero est asentado sobre
zonas de difcil , ya porque el monte
sea intrincado, haya montaas abruptas,
desiertos intransitables, o cinagas,
la tctica general tendr que ser siempre
la misma y basarse en los postulados fundamentales
de la guerra de guerrillas.
Un
punto importante a considerar es el modo
de hacer o con el enemigo. Si la
zona es tan intrincada, tan adversa que
no pueda llegar hasta ella en ningn momento
un ejrcito organizado, la guerrilla deber
avanzar hasta las zonas donde pueda llegar
este ejrcito, donde haya posibilidad de
combate.
La
guerrilla debe combatir pasado el primer
momento despus de asegurada su supervivencia.
Tiene que salir constantemente de su refugio
a pelear, su movilidad no tiene que ser
tanta como en los casos en que el terreno
es desfavorable; tendr, que adecuarse a
las condiciones del enemigo, pero no es
necesario un desplazamiento como el que
est implcito en lugares donde el enemigo
pueda concentrar gran cantidad de hombres
en pocos momentos. No es tampoco tan importante
el carcter de nocturnidad de esta guerra;
podr en muchos casos hacerse operaciones
de da y, sobre todo, efectuar movilizaciones
diurnas, todo esto supeditado a la vigilancia
enemiga por tierra y por aire. Al mismo
tiempo, se puede persistir en una accin
guerrera durante mucho ms tiempo, en las
montaas sobre todo; se puede entablar combates
de larga duracin con muy pocos elementos
y es muy probable que se logre impedir la
llegada de refuerzos enemigos hasta el escenario
de la lucha.
La
vigilancia de los posibles lugares de
es, sin embargo, un axioma que nunca debe
olvidar el guerrillero, pero su agresividad
(por las mismas dificultades que tiene el
enemigo para recibir refuerzos) puede ser
an mayor, puede acercrsele mucho ms,
hostilizarlo ms directamente, combatirlo
ms frontalmente y durante mayor tiempo;
todo esto supeditado a una serie de
circunstancias como la cantidad de parque,
por ejemplo.
La
guerra en terreno favorable y, particularmente,
en las montaas, presenta, frente a tantas
ventajas, el inconveniente de que es difcil
tomar en una sola operacin una cantidad
considerable de armas y parque debido a
las precauciones que toma el enemigo en
estas regiones (nunca el soldado guerrillero
debe olvidar el hecho de que debe ser el
enemigo la fuente de abastecimiento del
parque las armas). Pero mucho ms rpidamente
que en terrenos desfavorables, podr la
guerrilla asentarse, sedentarizarse, es
decir, formar un ncleo capaz de establecer
una guerra de posiciones, donde instale,
adecuadamente protegidas de la aviacin
o de la artillera de largo alcance, las
pequeas industrias que ha de necesitar,
as como los hospitales, centros educativos
y de entrenamiento, adems de los almacenes,
rganos de difusin, &c.
La
integracin numrica de la guerrilla en
estas condiciones puede ser mucho mayor,
habr incluso hombres que no peleen y hasta
un proceso de entrenamiento para tomar armas
que eventualmente caigan en poder del ejrcito
guerrillero.
El
nmero de hombres que puede tener una guerrilla
es materia de clculos sumamente flexibles,
adecua al territorio, a las facilidades
de abastecerlos, a la fuga en masa de gente
oprimida de otras zonas, a las armas disponibles,
a las necesidades mismas de la organizacin.
Pero, en todo caso, es mucho ms factible
sedentarizarse y engrosarse con el aporte
de nuevos elementos combatientes.
El
radio de una guerrilla de este tipo puede
ser tan amplio como las condiciones o las
operaciones de otras guerrillas en terrenos
adyacentes lo permitan. Todo estar limitado
por el tiempo que se tarde en llegar desde
un punto de operaciones a una zona
de seguridad; es decir, calculando que las
marchas deben hacerse de noche, no podr
operarse ms all de cinco o seis horas
de su punto de seguridad mnimo; naturalmente,
desde la zona de seguridad, pueden extenderse
pequeas guerrillas que vayan debilitando
constantemente el territorio.
Las
armas preferibles para este tipo de guerra
son las de largo alcance, con poco gasto
de balas apoyadas por un grupo de armas
automticas o semiautomticas. De los fusiles
y ametralladoras que hay en los mercados
norteamericanos, una de las armas ms recomendables
es el fusil M-1, denominado Garand, que
debe ser usado por gente con cierta experiencia,
pues tiene el inconveniente de gastar demasiado
parque. Se pueden usar armas de tipo semipesado
como ametralladoras de trpode con ms margen
de seguridad para ella y sus servidores
en los terrenos favorables, pero siempre
debe ser un arma de contencin y nunca de
ataque.
Una
constitucin ideal para guerrilla de veinticinco
hombres sera: diez a quince fusiles de
un tiro y unas diez armas automticas entre
Garand y ametralladoras de mano, contando
con el apoyo de armas automticas de fcil
transporte y livianas como son los fusiles
ametralladoras de tipo Browning o los ms
modernos FAL belga y M-14. Entre las ametralladoras
de mano, son preferibles las de nueve milmetros
que permiten mayor transporte de parque
y, cuanto ms sencilla sea su construccin,
ms recomendable, por la facilidad de cambiarles
las piezas. Todo eso adecuado al armamento
que tenga el enemigo, pues el parque que
ste utiliza es el que vamos a usar cuando
esas armas caigan en nuestras manos. Las
armas pesadas que pueda utilizar ste, son
prcticamente desechables. La aviacin no
puede ver nada y es inoperante, los tanques
y caones muy poco pueden hacer debido
a las dificultades de avanzar en estas zonas.
Un
captulo muy importante, es el abastecimiento;
en general, las zonas de difcil ,
por este hecho precisamente, tambin presentan
dificultades, pues los campesinos y, por
ende, el abastecimiento de tipo agropecuario
directo, escasea. Hay que mantener lneas
estables para poder contar siempre con un
mnimo de comida en depsitos, previendo
cualquier contingencia desagradable.
En
esta zona de operaciones, por lo general,
las posibilidades de sabotaje en gran escala
no son importantes, porque, el mismo hecho
ya citado de la inaccesibilidad, hace que
haya pocas construcciones, pocas lneas
telefnicas, acueductos, &c., que puedan
ser daados por una accin directa.
Para
los abastecimientos es importante tener
animales, de los cuales el mejor, tratndose
de terrenos quebrados, es el mulo. Hay que
contar con pastizales adecuados que permitan
una buena nutricin. Este animal puede pasar
por terrenos sumamente accidentados, por
donde ninguna otra bestia lograra hacerlo.
En los casos ms difciles se debe recurrir
al transporte con hombres. Cada individuo
puede transportar una carga de veinticinco
kilos, durante muchas horas diarias y durante
muchos das.
Las
lneas de comunicaciones con el exterior
deben contar con una serie de puntos intermedios
de gente de entera confianza en donde se
puedan ir almacenando productos y donde
puedan ir a esconderse los os en
un momento determinado; adems, se pueden
ir creando lneas de comunicaciones internas
cuya extensin depende del grado de desarrollo
alcanzado por la guerrilla. En algunas zonas
de los frentes de operaciones de la pasada
guerra Cubana se establecieron lneas telefnicas
de muchos kilmetros de longitud, se hicieron
caminos y se tena siempre un servicio de
mensajeros adecuado para cubrir todas las
zonas en el menor tiempo posible.
Hay,
sin embargo, otra serie de posibilidades
no aplicadas en la guerra Cubana, pero perfectamente
aplicables, como son las seales de humo,
las seales de espejos de sol y las palomas
mensajeras.
La
necesidad vital de las guerrillas es mantener
sus armas en buenas condiciones, conseguir
parque y tener, sobre todas las cosas, zapatos
adecuados. Los primeros esfuerzos industriales
deben dirigirse entonces hacia estos objetivos.
Las fbricas de zapatos pueden ser al principio
instalaciones de remendones que coloquen
medias suelas a zapatos viejos y, despus,
se puede ir a la constitucin de diferentes
fbricas de un buen promedio diario de zapatos,
organizando el trabajo. La fabricacin de
plvora es bastante sencilla y se puede
lograr mucho teniendo un pequeo laboratorio
y trayendo los materiales necesarios desde
afuera. Los terrenos minados constituyen
un grave peligro para el enemigo, pueden
minarse grandes extensiones que exploten
de una sola vez sepultando hasta cientos
de hombres.
5.
Guerra en terrenos desfavorables
Para
hacer la guerra en este tipo de terrenos,
es decir, no muy accidentados, sin bosques,
con muchas vas de comunicacin, deben cumplirse
todos los requisitos fundamentales de la
guerra de guerrillas, slo que cambiarn
las formas de hacerlo. Cambiar, digamos,
la cantidad, no la calidad de la guerra
de guerrillas. Por ejemplo: para seguir
el mismo orden anterior, la movilidad de
este tipo de guerrillas debe ser extraordinaria,
el golpe dado, con preferencia nocturno,
debe ser sumamente rpido, explosivo casi,
y la retirada no solamente veloz sino que
debe la guerrilla moverse hacia lugares
distintos al de su origen, lo ms
lejos posible de la accin, considerando
siempre que no haya una posibilidad de guarecerse
en un lugar inaccesible a las fuerzas represivas.
Un
hombre puede caminar durante las horas de
la noche entre treinta y cincuenta kilmetros,
pero durante las primeras horas del da
tambin se puede marchar, salvo que las
zonas de operaciones no estn perfectamente
controladas y haya el peligro de que los
vecinos del lugar vean la tropa pasar y
comuniquen al ejrcito perseguidor la situacin,
en dnde la vio y el rumbo. Siempre es preferible,
en estos casos, actuar de noche, en el mayor
silencio posible antes y despus de realizar
la accin y se deben elegir las primeras
horas nocturnas. Tambin aqu los clculos
fallarn pues habr veces que las horas
de la madrugada sern mejores. Nunca conviene
habituar al enemigo a una forma determinada
de guerra; hay que variar constantemente
los lugares y las horas de operacin y las
formas de hacerlo tambin.
Ya
dijimos que la accin no puede ser persistente
sino rpida; tiene que ser de un grado de
efectividad muy grande, de pocos minutos,
seguida de una retirada inmediata. Las armas
empleadas aqu no sern las mismas que en
los casos de terrenos favorables; es preferible
tener la mayor cantidad de automticas;
en los ataques nocturnos la puntera no
es un factor determinante sino la concentracin
de fuego; cuanto ms armas automticas tiren
a menor distancia, ms posibilidades hay
de que el enemigo sea aniquilado.
Adems,
las explosiones de las minas en los caminos
y la destruccin de puentes, son factores
de mucha importancia a tener en cuenta;
la agresividad ser mucho menor en cuanto
a persistencia de los ataques, en cuanto
a continuidad de los mismos, pero podrn
ser de mucha violencia, podrn utilizarse
armas diferentes tambin, como las minas
ya descritas y la escopeta. En vehculos
descubiertos y muy cargados de hombres que
son, en general, los utilizados para el
transporte de tropas, e incluso en vehculos
cubiertos que no tengan defensas especiales,
como pueden ser mnibus o similares, la
escopeta es un arma tremenda. Una escopeta
cargada con balines es de la mayor efectividad.
No es este un secreto de las guerrillas,
se utiliza tambin en las grandes guerras
y los norteamericanos tenan pelotones de
escopeteros con armas de gran calidad armadas
de bayonetas para asaltar nidos de ametralladoras.
Hay
un problema importante a dilucidar, el del
parque: ste ser casi siempre quitado el
enemigo. De modo que hay que dar golpes
donde haya la seguridad absoluta de restituir
el parque gastado a menos que se cuente
con provisiones grandes en lugares seguros;
es decir, no se puede arriesgar un ataque
aniquilador contra un grupo de hombres si
esto ha de costar la totalidad del parque
y no se va a poder recoger. Siempre en la
tctica de la guerrilla es de considerar
el grave problema del abastecimiento del
material blico fundamental para continuar
la lucha. Por eso las armas deben adecuarse
a las que tiene el enemigo salvo algunas
cuyo parque pueda ser obtenido en la zona
misma o el las ciudades, como son los revlveres
o escopetas.
El
nmero de hombres que pueda tener una guerrilla
de este tipo no debe ser superior a diez
o quince. Es de enorme importancia considerar
siempre las limitaciones de nmero en cuanto
a la integracin de un solo cuerpo combativo;
diez, doce, quince hombres pueden esconderse
en cualquier lugar y al mismo tiempo oponer
al enemigo una resistencia poderosa y apoyarse
mutuamente; cuatro o cinco quiz sera un
nmero muy pequeo, pero cuando el
nmero pasa de diez las posibilidades de
que el enemigo los localice, en su campamento
de origen o en alguna marcha, son mucho
mayores.
Recurdese
que, en marcha, la velocidad de la guerrilla
es igual a la velocidad de su hombre ms
lento. Es ms difcil encontrar uniformidad
de marcha en veinte, treinta o cuarenta
hombres, que en diez. Y el guerrillero del
llano debe ser fundamentalmente un corredor.
En el llano es donde la prctica del pega
y huye debe adquirir su mxima expresin.
Las guerrillas del llano tienen el enorme
inconveniente de poder ser cercadas rpidamente,
de no tener lugares seguros donde oponer
una resistencia firme y, por lo tanto, deben
vivir en unas condiciones de absoluta clandestinidad
durante un largo tiempo del proceso, pues
no se puede confiar en ningn vecino cuya
fidelidad no est perfectamente probada.
Las represiones del enemigo son tan violentas,
tan brutales, en general, llegando no slo
al cabeza de familia, sino muchas veces
a mujeres y nios, que la presin sobre
individuos no muy firmes puede determinar
en cualquier momento que aflojen y den
indicaciones de dnde est y cmo opera
la guerrilla, lo que provocara inmediatamente
un cerco con consecuencias siempre desagradables,
aunque no necesariamente mortales, para
la misma. Cuando las condiciones, el acopio
de armas, el estado insurreccional del pueblo,
obliguen a aumentar el nmero de hombres,
deben dividirse las guerrillas. Si es necesario,
en un momento dado, pueden reunirse para
dar un golpe, pero de tal forma, que inmediatamente
despus se haga la dispersin hacia las
zonas habituales, ya divididos en pequeos
grupos de diez, doce o quince hombres.
Se
puede perfectamente organizar verdaderos
ejrcitos con un mando nico y obtener el
respeto y la obediencia a ese mando,
sin necesidad de estar agrupados. Es por
ello que es muy importante la eleccin del
jefe de la guerrilla, y la seguridad de
que este jefe va responder ideolgica y
personalmente al jefe mximo de la zona.
Una
de las armas que pueden ser usadas por la
guerrilla -arma de tipo pesado- de muy gran
utilidad por su fcil transporte y manejo,
es la bazooka. En la actualidad, la granada
antitanque de los fusiles puede reemplazarla.
Naturalmente, ser un arma tomada al enemigo.
Es ideal para disparar sobre vehculos blindados
y aun sobre vehculos sin blindaje que estn
cargados de tropas, y para tomar pequeos
cuarteles con una guarnicin reducida, en
poco tiempo, pero es necesario apuntar que
solamente se puede llevar como mximo, y
haciendo ya un considerable esfuerzo, tres
obuses por hombre.
En
cuanto a esto de la utilizacin de las armas
pesadas tomadas al enemigo, es natural que
no se puede desperdiciar ninguna, pero hay
armas, como la misma ametralladora de trpode,
ametralladora pesada calibre cincuenta,
&c., que si son tomadas, podrn ser
utilizadas con un sentido de conformidad
frente a su prdida eventual; es decir,
no podr darse una batalla en las condiciones
desfavorables que estamos analizando para
defender una ametralladora pesada o algn
otro utensilio de este tipo; simplemente
utilizarla hasta el momento tctico en que
sea preciso abandonarla en una posicin.
En nuestra guerra de liberacin, abandonar
un arma constitua un grave delito y no
se dio nunca el caso de que se itiera
un pretexto como el apuntado, pese a lo
cual, lo expresamos, explicando claramente
la nica situacin en que no constituira
motivo de escarnio. El arma del guerrillero
en terrenos desfavorables es la personal
de tiro rpido.
Las
mismas caractersticas de fcil
son las que en general permiten que la zona
sea habitable y que haya una buena concentracin
campesina en esos lugares, y eso favorecer
enormemente el abastecimiento; teniendo
gente de confianza, haciendo o con
los establecimientos encargados de expender
vveres a la poblacin, se puede mantener
perfectamente una guerrilla sin tener que
dedicar tiempo ni mucho dinero a lneas
de comunicaciones largas y peligrosas. Tambin
en esto es bueno recalcar que cuanto ms
pequeo sea el nmero de hombres, ms fcil
se conseguir la comida de stos. Los abastecimientos
esenciales, hamacas, frazadas, tela impermeable,
mosquiteros, zapatos, medicinas y comida
se encontrarn directamente en la zona.
Son objetos de uso diario por los habitantes
de la misma.
Las
comunicaciones sern mucho ms fciles en
el sentido de poder contar con mayor nmero
de hombres, muchas ms vas para llevarlas
a cabo, pero sern mucho ms difciles en
cuanto a la seguridad necesaria para poder
llevar un mensaje a un lugar lejano, pues
habr que contar con una serie de os
en los cuales se tendr que confiar y existir
el peligro de una eventual captura de alguno
de los mensajeros que transiten constantemente
por zonas enemigas. Si los mensajes no son
de mucha importancia, debe utilizarse la
forma verbal, si lo son, habr que utilizar
la forma escribe y en clave, puesto que
la experiencia ensea que la transmisin
oral de boca en boca desfigura completamente
cualquier comunicacin transmitida en estas
condiciones.
Por
las mismas razones apuntadas, adems de
considerar la extrema dificultad del trabajo,
las industrias adquirirn mucha menor importancia.
No se podrn hacer fbricas de zapatos ni
de armas. Prcticamente debern limitarse
a pequeos talleres muy bien ocultos
donde se puedan recargar cartuchos de escopetas,
fabricar algn tipo de mina, niples, en
fin, lo adecuado para el momento. Se podr
contar, en cambio, con todos los talleres
amigos de la zona para la clase de trabajo
que sea necesario.
Esto
nos lleva a dos consecuencias emanadas lgicamente
de lo dicho. Una de ellas es que las condiciones
de sedentarizacin en cuanto a la guerra
de guerrillas son inversas al grado de desarrollo
productivo del lugar dado. Todos los medios
favorables, todas las facilidades para la
vida del hombre hacen tender a ste a la
sedentarizacin, en la guerrilla sucede
todo lo contrario: mientras ms facilidades
haya para la vida del hombre, ms nmada,
ms incierta ser la vida del guerrillero.
Es que en realidad se rigen por el mismo
principio. Precisamente el ttulo de este
capitulo es La accin en terreno desfavorable
porque todo lo que es favorable a la vida
humana con su secuela de comunicaciones,
de ncleos urbanos y semiurbanos de grandes
concentraciones de gentes, de terrenos fcilmente
trabajados por la mquina, &c., colocan
al guerrillero en una situacin desventajosa.
La
segunda conclusin es que, si el trabajo
guerrillero debe traer aparejado necesariamente
un importantsimo trabajo de masas, muchsimo
ms importante es este trabajo en la zona
desfavorable, es decir, en las zonas donde
un slo ataque enemigo puede provocar una
catstrofe. Debe ser all continua la prdica,
continua la lucha por la unin de los trabajadores,
de los campesinos mismos, de otras clases
sociales si las hubiera en la zona, para
lograr una homogeneizacin total del frente
interno con respecto a los guerrilleros.
Y esta labor de masas, este trabajo constante
en el aspecto masivo de las relaciones de
la guerrilla y los habitantes de la
zona, debe tambin considerar el caso individual
del enemigo recalcitrante y eliminarlo sin
contemplaciones cuando constituya un peligro.
En esto, la guerrilla debe ser drstica.
No pueden existir enemigos dentro de la
zona de operaciones en lugares que no ofrezcan
seguridad.
6.
Guerra suburbana
Si
en un momento dado, en la guerra de guerrillas,
se llega al acoso de las ciudades, a penetrar
de tal manera el campo circundante, que
puedan establecerse, en condiciones de cierta
seguridad, ser necesario darles a stas
una educacin especial o, mejor dicho, una
organizacin especial.
Es
fundamental precisar que nunca puede surgir
por s misma una guerrilla suburbana. Tendr
nacimiento despus de que se creen ciertas
condiciones necesarias para que pueda subsistir,
y esto mismo indica que la guerrilla suburbana
estar directamente a las rdenes de jefes
situados en otra zona. Por tanto, la funcin
de esta guerrilla no ser llevar a cabo
acciones independientes, sino de acuerdo
con planes estratgicos preconcebidos, de
modo tal que su funcin sea la de secundar
la accin de los grupos mayores situados
en otra rea y contribuir especficamente
al xito de determinada concepcin tctica,
sin la amplitud operacional que tienen las
guerrillas de los otros tipos. Es decir,
una guerrilla suburbana no podr optar entre
tumbar telfonos o ir a hacer atentados
en otro lugar, o sorprender una patrulla
de soldados en un camino lejano; har exactamente
lo que se le diga. Si su funcin es cortar
postes de telfono, tendidos elctricos,
alcantarillados, vas frreas, acueductos,
deber limitarse a cumplir estas funciones
a cabalidad.
Su
integracin numrica no debe pasar de cuatro
o cinco hombres. Es importante la limitacin
del nmero porque la guerrilla suburbana
debe ser considerada como situada en terrenos
excepcionalmente desfavorables, donde la
vigilancia del enemigo ser mucho mayor
y las posibilidades de represalias aumentan
enormemente as como las de una delacin.
Hay que contar con circunstancias agravantes
el hecho de que la guerrilla suburbana no
puede alejarse mucho de los lugares donde
vaya a operar; a la rapidez de accin y
a la rapidez de desplazamiento debe unir,
sin embargo, un alejamiento relativamente
pequeo del lugar de la accin, permaneciendo
totalmente oculta durante el da. Es una
guerrilla nocturna por excelencia, sin posibilidades
de cambiar su manera de operar hasta que
el avance de la insurreccin sea tan grande
que se pueda sitiar la ciudad y tomar participacin
en ello como combatiente activo.
Cualidades
esenciales de este guerrillero deben ser
la disciplina, en mayor grado quizs que
ninguno, y la discrecin. No podr contarse
con ms de dos o tres casas amigas que brinden
el alimento; es casi seguro que un cerco
en esas condiciones equivalga a la muerte;
las armas, adems no sern de la misma categora
que las de los otros ncleos. Sern de defensa
personal, slo las que no obstaculicen una
huida rpida y un escondite seguro. No debern
tener sino una carabina o una escopeta recortada
o dos y los dems , pistolas, como
armas ptimas.
Nunca
se realizarn hechos armados sino por sorpresa
sobre uno o dos de la tropa enemiga
o su servicio de confidentes, centralizando
la accin en el sabotaje ordenado.
Para
esto necesitan un amplio equipo instrumental.
El guerrillero tiene que tener sierras adecuadas,
grandes cantidades de dinamita, picos y
palas, aparatos de trabajo para levantar
lneas frreas; en fin, un equipo mecnico
adecuado al trabajo que va realizar
y escondido en lugares seguros, al alcance
fcil de la mano del que lo necesite.
Si
hay ms de una guerrilla, dependern todas
de un solo jefe, el que ordenar los trabajos
necesarios a travs de os de probada
confianza que hagan vida civil. Podr en
ciertos casos el guerrillero mantener su
trabajo de pocas de paz, pero esto es muy
difcil; prcticamente, la guerrilla suburbana
es un grupo de hombres que ya est fuera
de la ley, que tiene complexin de ejrcito,
situado en las condiciones tan desfavorables
que hemos descrito.
La
importancia de una lucha suburbana ha sido
muy desestimada, pero es extraordinaria.
Un buen trabajo de este tipo, extendido
sobre una amplia rea, paraliza casi completamente
la vida comercial e industrial de ese sector
y coloca a la poblacin entera en una situacin
de intranquilidad, de angustia, de ansias
casi del desarrollo de sucesos violentos
para salir de esa espera. Si desde el primer
momento del inicio de la guerra se piensa
en la posibilidad futura y se van organizando
especialistas en este tipo de lucha, se
garantizar una accin mucho ms rpida
y por tanto un ahorro de vidas y del precioso
tiempo de la nacin.
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