La guerra de
guerrillas
Ernesto Che Guevara 4c6w42
1. Principios generales de la lucha
guerrillera. c82
Esencia de la lucha guerrillera.
Estrategia guerrillera . Tctica guerrillera . Guerra en terrenos
favorables. Guerra en terrenos desfavorables. Guerra Suburbana.
1. Esencia de la lucha guerrillera
La victoria armada del pueblo Cubano
sobre la dictadura batistiana ha sido, adems del triunfo pico
recogido por los noticieros del mundo entero, un modificador de viejos
dogmas sobre la conducta de las masas populares de la Amrica Latina,
demostrando palpablemente la capacidad del pueblo para liberarse de un
gobierno que lo atenaza, a travs de la lucha guerrillera.
Consideramos que tres aportaciones
fundamentales hizo la Revolucin Cubana a la mecnica de los
movimientos revolucionarios en Amrica, son ellas:
1. Las fuerzas populares pueden ganar
una guerra contra el ejrcito.
2. No siempre hay que esperar a que se
den todas las condiciones para la revolucin; el foco insurreccional
puede crearlas.
3. En la Amrica subdesarrollada el
terreno de la lucha armada debe ser fundamentalmente el campo.
De estas tres aportaciones, las dos
primeras luchan contra la actitud quietista de revolucionarios o
seudorrevolucionarios que se refugian, y refugian su inactividad, en
el pretexto de que contra el ejrcito profesional nada se puede hacer,
y algunos otros que se sientan a esperar a que, en una forma mecnica,
se den todas las condiciones objetivas y subjetivas necesarias, sin
preocuparse de acelerarlas. Claro como resulta hoy para todo el mundo,
estas dos verdades indubitables fueron antes discutidas en Cuba y
probablemente sean discutidas en Amrica tambin.
Naturalmente, cuando se habla de las
condiciones para la revolucin no se puede pensar que todas ellas se
vayan a crear por el impulso dado a las mismas por el foco guerrillero.
Hay que considerar siempre que existe un mnimo de necesidades que
hagan factible el establecimiento y consolidacin del primer foco. Es
decir, es necesario demostrar claramente ante el pueblo la
imposibilidad de mantener la lucha por las reivindicaciones sociales
dentro del plano de la contienda cvica. Precisamente, la paz es rota
por las fuerzas opresoras que se mantienen en el poder contra el
derecho establecido.
En estas condiciones, el descontento
popular va tomando formas y proyecciones cada vez ms afirmativas y
un estado de resistencia que cristaliza en un momento dado en el brote
de lucha provocado inicialmente por la actitud de las autoridades.
Donde un gobierno haya subido al poder
por alguna forma de consulta popular, fraudulenta o no, y se mantenga
al menos una apariencia de legalidad constitucional, el brote
guerrillero es imposible de producir por no haberse agotado las
posibilidades de la lucha cvica.
El tercer aporte es fundamentalmente de
ndole estratgica y debe ser una llamada de atencin a quienes
pretenden con criterios dogmticos centrar la lucha de las masas en
los movimientos de las ciudades, olvidando totalmente la inmensa
participacin de la gente del campo en la vida de todos los pases
subdesarrollados de Amrica. No es que se desprecie las luchas de
masas obreras organizadas, simplemente se analiza con criterio
realista las posibilidades, en las condiciones difciles de la lucha
armada, donde las garantas que suelen adornar nuestras
constituciones estn suspendidas o ignoradas. En estas condiciones
los movimientos obreros deben hacerse clandestinos, sin armas, en la
ilegalidad y arrastrando peligros enormes; no es tan difcil la
situacin en campo abierto, apoyados los habitantes por la guerrilla
armada y en lugares donde las fuerzas represivas no pueden llegar.
Independientemente de que despus
hagamos un cuidadoso anlisis, estas tres conclusiones que se
desprenden de la experiencia revolucionaria Cubana las apuntamos hoy a
la cabeza de este trabajo por considerarlas nuestro aporte
fundamental.
La guerra de guerrilla, base de la
lucha de un pueblo por redimirse, tiene diversas caractersticas,
facetas distintas, aun cuando exista siempre la misma voluntad
esencial de liberacin. Es obvio, y los tratadistas sobre el tema lo
han dicho sobradamente, que la guerra responde a una determinada serie
de leyes cientficas, y quien quiera que vaya contra ellas, ir a la
derrota. La guerra de guerrillas, como fase de la misma, debe regirse
por todas ellas; pero por su aspecto especial, tiene, adems, una
serie de leyes rias que es preciso seguir para llevarla hacia
adelante. Es natural que las condiciones geogrficas y sociales de
cada pas determinen el modo y las formas peculiares que adoptar la
guerra de guerrillas, pero sus leyes esenciales tienen vigencia para
cualquier lucha de este tipo.
Encontrar las bases en que se apoya
este tipo de lucha, las reglas a seguir por los pueblos que buscan su
liberacin; teorizar lo hecho, estructurar y generalizar esta
experiencia para el aprovechamiento de otros, es nuestra tarea del
momento.
Lo primero que hay que establecer es
quines son los combatientes en una guerra de guerrillas. De un lado
tenemos el ncleo opresor y su agente, el ejrcito profesional, bien
armado y disciplinado, que, en muchos casos, puede contar con el apoyo
extranjero y el de pequeos ncleos burocrticos, paniaguados al
servicio de ese ncleo opresor. Del otro, la poblacin de la nacin
o regin de que se trate. Es importante destacar que la lucha
guerrillera es una lucha de masas, es una lucha de pueblo: la
guerrilla, como ncleo armado, es la vanguardia combatiente del mismo,
su gran fuerza radica en la masa de la poblacin. No debe
considerarse a la guerrilla numricamente inferior al ejrcito
contra el cual combate, aunque sea inferior su potencia de fuego. Por
esto es preciso acudir a la guerra de guerrillas cuando se tiene junto
a s un ncleo mayoritario y para defenderse de la opresin un
nmero infinitamente menor de armas.
El guerrillero cuenta, entonces, con
todo el apoyo de la poblacin del lugar. Es una cualidad sine qua non.
Y se ve muy claro, tomando como ejemplo gavillas de bandoleros que
operan en una regin; tienen todas las caractersticas del ejrcito
guerrillero: homogeneidad, respeto al jefe, valenta, conocimiento
del terreno, y muchas veces, hasta cabal apreciacin de la tctica a
emplear. Falta slo el apoyo del pueblo; e inevitablemente estas
gavillas son detenidas o exterminadas por la fuerza pblica.
Analizado el modo operacional de la
guerrilla, su forma de lucha y comprendiendo su base de masas slo
nos resta preguntar: por qu lucha el guerrillero? Tenemos que
llegar a la conclusin inevitable de que el guerrillero es un
reformador social, que empua las armas respondiendo a la protesta
airada del pueblo contra sus opresores y que lucha por cambiar el
rgimen social que mantiene a todos sus hermanos desarmados en el
oprobio o la miseria. Se lanza contra las condiciones especiales de la
institucionalidad de un momento dado y se dedica a romper, con todo el
vigor que las circunstancias permitan, los moldes de esa
institucionalidad. Cuando analicemos ms a fondo la tctica de
guerra de guerrillas, veremos que el guerrillero debe tener un
conocimiento cabal del terreno que pisa, sus trillos de y
escape, posibilidades de maniobrar con rapidez, apoyo del pueblo,
naturalmente y lugares donde esconderse. Todo esto indica que el
guerrillero ejercer su accin en lugares agrestes y poco poblados,
y en estos parajes, la lucha del pueblo por sus reivindicaciones se
sita preferentemente y, hasta casi exclusivamente, en el plano del
cambio de la composicin social de la tenencia de la tierra, es decir,
el guerrillero es, ante todo, un revolucionario agrario. Interpreta
los deseos de la gran masa campesina de ser duea de la tierra,
duea de sus medios de produccin, de sus animales, de todo aquello
que ha anhelado durante aos, de lo que constituye su vida y
constituir tambin su cementerio.
Para la corriente interpretacin de la
guerra de guerrillas debe establecerse que hay dos tipos diferentes,
uno de los cuales, el de ser una forma de lucha complementaria a la de
los grandes ejrcitos regulares tal como el caso de las guerrillas
ukranianas en la Unin Sovitica, no interesa para este anlisis.
Nos interesa el caso de un grupo armado que va progresando en la lucha
contra el poder constituido, sea colonial o no, que se establece como
base nica y que va progresando en los medios rurales. En todos estos
casos, cualquiera que sea la estructura ideolgica que anime la lucha,
la base econmica est dada por la aspiracin a la tenencia de la
tierra.
La China de Mao se inicia como un brote
de los ncleos obreros del Sur que es derrotado y casi aniquilado.
Solamente se estabiliza e inicia su marcha ascendente cuando despus
de la gran marcha del Yenn se asienta en territorios rurales y
coloca como base de reivindicaciones la reforma agraria. La lucha de
Ho Chi Minh en Indochina se basa en los campesinos arroceros oprimidos
por el yugo colonial francs y con esa fuerza va progresando hasta
derrotar a los colonialistas. En ambos casos hay un parntesis de
guerra patritica contra el invasor japons, pero no se desvanece la
base econmica de lucha por la tierra. En el caso de Argelia, la gran
idea del nacionalismo rabe tiene su rplica econmica en el
usufructo de la casi totalidad de las tierras laborables de Argelia
por un milln de colonos ses, y en algunos pases como Puerto
Rico, donde las condiciones particulares de la Isla no han permitido
un brote guerrillero, el espritu nacionalista herido en lo ms
profundo por la discriminacin que se comete a diario contra ellos
tiene como base la aspiracin del campesino (aunque ya muchas veces
est proletarizado) por la tierra que le arrebata el invasor yanqui y
esta misma idea central fue la que animaba, aunque en diferentes
proyecciones, a los hacendados pequeos, campesinos y esclavos de las
haciendas orientales de Cuba que cerraron filas para defender juntos
el derecho a la posesin de la tierra, durante la guerra de
liberacin de los 30 aos.
Pese a caractersticas especiales que
la convierten en un tipo de guerra, y teniendo en cuenta las
posibilidades de desarrollo de la guerra de guerrillas, que se
transforma, con el aumento de la potencialidad del ncleo operante en
una guerra de posiciones, debe considerarse que este tipo de lucha es
un embrin de la misma, un proyecto; las posibilidades de crecimiento
de la guerrilla y de cambiar el tipo de pelea hasta llegar a una
guerra convencional son tantas como las posibilidades de derrotar al
enemigo en cada una de las distintas batallas, combates o escaramuzas
que se libren. Por eso, un principio fundamental es que no se debe
dar, de ninguna manera, batalla que no se gane, combate o escaramuza
que no se gane. Hay una definicin antiptica que expresa: el
guerrillero es el jesuita de la guerra. Indica con esto una cualidad
de alevosa, de sorpresa, de nocturnidad, que son evidentemente
elementos esenciales de la lucha guerrillera. Es naturalmente, un
jesuitismo especial impulsado por las circunstancias que obligan a
tomar en algunos momentos una determinacin diferente de las
concepciones romnticas y deportivas con que se nos pretende hacer
creer que hace la guerra.
La guerra es siempre una lucha donde
ambos contendientes tratan de aniquilar uno al otro. Recurrirn
entonces a todas las triquiuelas, a todos los trucos posibles, para
conseguir este resultado, adems de la fuerza. Las estrategias y las
tcticas militares son la representacin de las aspiraciones del
grupo que analiza y del modo de llevar a cabo estas aspiraciones, y
este modo contempla el aprovechamiento de todos los puntos dbiles
del enemigo. Desmenuzando, en una guerra de posiciones, la accin de
cada pelotn de un gran ncleo de ejrcito, se observan las mismas
caractersticas, en cuanto a la lucha individual, que las que se
presentarn en la guerrilla. Hay alevosa, hay nocturnidad, hay
sorpresa, y cuando no se producen, es porque es imposible tomar
desprevenidos a quienes estn enfrente vigilando. Pero como la
guerrilla es una divisin de por s, y como hay grandes zonas de
terrenos no vigiladas por el enemigo, siempre se pueden realizar estas
tareas de manera de asegurar la sorpresa, y es deber del guerrillero
hacerlo.
Muerde y huye le llaman algunos
despectivamente, y es exacto. Muerde y huye, espera, acecha, vuelve a
morder y a huir y as sucesivamente, sin dar descanso al enemigo. Hay
en todo esto, al parecer, una actitud negativa; esa actitud de
retirada, de no dar combates frontales, sin embargo, todo es
consecuente con la estrategia general de la guerra de guerrillas, que
es igual en su fin ltimo a la de una guerra cualquiera: lograr el
triunfo, aniquilar al enemigo.
Queda bien establecido que la guerra de
guerrillas es una fase la guerra que no tiene de por s oportunidades
de lograr el triunfo, es adems una de las fases primarias de la
guerra y se ir desenvolviendo y desarrollando hasta que el Ejrcito
Guerrillero, en su crecimiento constante, adquiera las
caractersticas de un Ejrcito Regular. En ese momento estar listo
para aplicar golpes definitivos al enemigo y acreditarse la victoria.
El triunfo ser siempre el producto de un Ejrcito Regular, aunque
sus orgenes sean el de un Ejrcito Guerrillero.
Ahora bien, as como el general de una
divisin no tiene que morir en una guerra moderna al frente de sus
soldados, el guerrillero, que es general de s mismo, no debe morir
en cada batalla; est dispuesto a dar su vida, pero precisamente, la
cualidad positiva de esta guerra de guerrillas es que cada uno de los
guerrilleros est dispuesto a morir, no por defender un ideal sino
por convertirlo en realidad. Esa es la base, la esencia de la lucha de
guerrillas. El milagro por el cual un pequeo ncleo de hombres,
vanguardia armada del gran ncleo popular que los apoya, viendo ms
all del objetivo tctico inmediato, va decididamente a lograr un
ideal, a establecer una sociedad nueva, a romper los viejos moldes de
la antigua, a lograr, en definitiva, la justicia social por la que la
lucha.
Consideradas as todas las palabras
despectivas adquieren su verdadera grandeza, la grandeza del fin a que
estn destinadas, y conste que no se hablaba de medios retorcidos
para llegar al fin; la actitud de lucha, esa actitud que no debe
desmayar en ningn momento, es inflexibilidad frente a los grandes
problemas del objetivo final, es tambin la grandeza del guerrillero.
2. Estrategia guerrillera
En la terminologa guerrera, se
entiende por estrategia el anlisis de los objetivos a lograr,
considerando una situacin militar total y las formas globales de
lograr estos objetivos.
Para una correcta apreciacin
estratgica, desde el punto de vista de la guerrilla, es necesario
analizar profundamente cul ser el modo de actuar del enemigo. Si
en algn momento es vlida la apreciacin de que el objetivo final
es destruir completamente la fuerza opositora, en el caso de una
guerra civil de este tipo se encuentra el ejemplo clsico: el enemigo
tendr que procurar la destruccin total de cada uno de los
componentes de la guerrilla; y el guerrillero, a la inversa, debe
analizar los recursos con que cuenta el contrario para tratar de
llegar a esa solucin; los medios con que cuenta en hombres, en
movilidad, en apoyo popular, en armamento y en capacidad de
direccin. Debemos adecuar nuestra estrategia a estos estudios,
considerando siempre el objetivo final de derrotar al ejrcito
enemigo.
Hay aspectos fundamentales a estudiar:
el armamento, por ejemplo, la forma de utilizar ese armamento;
analizar exactamente cul es el valor de un tanque en una lucha de
este tipo, cul el de un avin, analizar cules son las armas del
enemigo, su parque, sus costumbres; porque el aprovisionamiento ms
importante de la fuerza guerrillera, est precisamente en el
armamento enemigo. Si hay posibilidad de eleccin debe preferir el
mismo tipo que el usado por ste, pues el ms grande enemigo de la
guerrilla es la falta de parque, que debe proveer el contrincante.
Una vez hecho esto, graduados y
analizados los objetivos a lograr, hay que ir estudiando el
ordenamiento de los pasos para la consecucin del objetivo final,
ordenamiento que se prever, pero que se ir modificando en el
transcurso de la lucha y adecuando a la serie de circunstancias no
previstas que puedan surgir durante la misma.
En el primer momento, lo esencial para
el guerrillero ser no dejarse destruir. Paso a paso, ser ms
fcil para los integrantes de la guerrilla o de las diferentes
guerrillas, adaptarse al medio de vida y convertir en una accin
cotidiana y, como tal, fcil el huir, despistar a las fuerzas que
estn lanzadas en su persecucin. Logrado este objetivo, tomando
posiciones cuya inaccesibilidad impida al enemigo llegar hasta ellos,
o consiguiendo fuerzas que disuadan a ste de atacar, debe procederse
al debilitamiento gradual del mismo, debilitamiento que se provocar
en el primer momento en los lugares ms cercanos a los puntos de
lucha activa contra la guerrilla, y, posteriormente, se ir
profundizando en territorio enemigo, atacando sus comunicaciones,
atacando luego, o molestando, las bases de operaciones y las bases
centrales, hostigndolo en forma total en la medida de las
posibilidades de las fuerzas guerrilleras.
El golpeteo debe ser constante. Al
soldado enemigo que est en un lugar de operaciones no se le debe
dejar dormir, las postas deben ser atacadas y liquidadas
sistemticamente. Debe darse en todo momento la impresin de que un
cerco completo rodea al adversario; en las zonas boscosas y quebradas,
durante todo el da, en las zonas llanas o fcilmente permeables por
patrullas adversarias, durante la noche. Para hacer todo esto, es
necesaria la cooperacin absoluta del pueblo y el conocimiento
perfecto del terreno. Dos condiciones cuya necesidad apunta en cada
minuto de la vida del guerrillero. Por eso hay que establecer, al
mismo tiempo que centros de estudio de las zonas de operaciones y
centros de estudio de las zonas de operaciones futuras, trabajo
popular intensivo, explicando los motivos de la revolucin, los fines
de esta misma revolucin y diseminando la verdad incontrovertible de
que en definitiva contra el pueblo no se puede vencer. Quien no sienta
esta verdad indubitable no puede ser guerrillero.
Este trabajo popular debe centralizarse
en el primer momento sobre la discrecin, es decir, debe pedirse a
cada campesino, a cada miembro de la sociedad donde se acta, que no
comenten lo que vean u oigan; despus buscar la ayuda de habitantes
cuya lealtad a la revolucin ofrezca mayores garantas,
posteriormente se utilizar a esas personas en tareas de o, de
transporte de mercancas o de armas de prcticos en las zonas que
l conozca, y ms tarde, se puede llegar a la accin de masas ya
organizadas en los centros de trabajo, cuyo resultado final ser la
huelga general.
La huelga es un factor importantsimo
en la guerra civil, pero para llegar a ella es necesario una serie de
complementos que no se dan siempre y que, espontneamente, se dan muy
pocas veces, hay que ir a crear los factores necesarios y esta
creacin se basa en la explicacin de los motivos de la revolucin,
en la demostracin de las fuerzas del pueblo y de sus posibilidades.
Se puede tambin recurrir a
determinados grupos muy homogneos y que tienen que demostrar
eficacia previa en labores menos peligrosas para hacer sabotaje, que
es otra de las terribles armas de la guerrilla; se puede paralizar
ejrcitos enteros, se puede detener la vida industrial de una zona,
quedando los habitantes de una ciudad sin industria, sin luz, sin
agua, sin comunicaciones de ninguna clase, sin poder arriesgarse a
salir sino a determinadas horas, por una carretera. Si se logra todo
esto, la moral de los enemigos va decayendo, va decayendo la moral de
sus unidades combatientes y se torna madura la fruta para arrancarla
en el momento preciso.
Todo esto presupone un aumento del
territorio, abarcado por la accin guerrillera, pero nunca se debe ir
a un aumento exagerado de ese territorio. Hay que conservar siempre
una base de operaciones fuerte y continuar fortalecindola durante el
curso de la guerra. Hay que utilizar medidas de adoctrinamiento de los
habitantes de la zona, medidas de saneamiento contra los enemigos
irreconciliables de la revolucin y perfeccionar todos los sistemas
puramente defensivos, como trincheras, minas y comunicaciones dentro
de ese territorio.
Cuando la guerrilla ha alcanzado un
podero respetable en armas y en nmero de combatientes, debe irse a
la formacin de nuevas columnas. Es un hecho parecido al de la
colmena que, en determinado momento, suelta una nueva reina que se va
a otra regin con parte del enjambre. La colmena madre, con el jefe
guerrillero ms notable, quedar en lugares menos riesgosos,
mientras las nuevas columnas perforarn otros territorios enemigos,
siguiendo el ciclo ya descrito.
Llega un momento en que el territorio
ocupado por las columnas es pequeo para contenerlas y en su avance
hacia las regiones slidamente defendidas por el enemigo, deben
enfrentarse con fuerzas poderosas. En este instante, las columnas se
renen, se ofrece un frente de lucha compacto, se llega a una guerra
de posiciones, una guerra desarrollada por ejrcitos regulares. Sin
embargo, no puede desligarse el antiguo ejrcito guerrillero de su
base, y se deben formar nuevas guerrillas detrs del enemigo, que
acten en la misma forma en que actuaban las primarias en el otro
territorio y vayan penetrndolo hasta dominarlo.
As se llega al ataque, al cerco de
las plazas, a la derrota de los refuerzos, a la accin cada vez ms
enardecida de las masas en todo el territorio nacional y al objetivo
final de la guerra: la victoria.
3. Tctica guerrillera
En lenguaje militar, tctica es el
modo prctico de llevar a efecto los grandes objetivos estratgicos.
Es, en algunos modos, un complemento de la estrategia y en otros una
especie de reglamento de la misma; mucho ms variables, mucho ms
flexibles que los objetivos finales, los medios deben adaptarse a cada
momento de la lucha. Hay objetivos tcticos que permanecen constantes
durante una guerra y otros que van variando. Lo primero que hay que
considerar es el acoplamiento de la accin guerrillera a la accin
del enemigo.
Caracterstica fundamental de una
guerrilla es la movilidad, lo que le permite estar en pocos minutos
lejos del teatro especfico de la accin y en pocas horas lejos de
la regin de la misma, si fuera necesario; que le permite cambiar
constantemente de frente y evitar cualquier tipo de cerco. De acuerdo
con los momentos de la guerra, puede dedicarse la guerrilla
exclusivamente a huir de un cerco, nica forma de obligarla a una
batalla decisiva que puede ser muy desfavorable, y tambin a
establecer luchas de contracerco (pequeas partidas de hombres
presumiblemente estn rodeadas por el enemigo cuando de pronto el
enemigo est rodeado por contingentes mayores, o esos hombres,
colocados en un lugar inexpugnable han servido de seuelo y todas las
tropas y el abastecimiento que va para el ejrcito agresor, han sido
cercados, han sido aniquilados de alguna manera). Caracterstica de
esta guerra de movilidad es lo que se denomina minuet, por la
analoga con el baile de ese nombre: las guerrillas cercan una
posicin enemiga, una columna que avanza por ejemplo: la cercan
absolutamente, por los cuatro puntos cardinales, pero con cinco o seis
hombres en cada lugar y convenientemente alejados para no ser a su vez
cercados; se entabla la lucha en cualquiera de los puntos y el
ejrcito se moviliza hacia l; la guerrilla retrocede entonces,
manteniendo siempre o visual con el enemigo y se inicia el
ataque desde otro punto. El ejrcito repetir la accin anterior y
la guerrilla tambin. As sucesivamente se puede mantener
inmovilizada una columna enemiga hacindola gastar cantidades grandes
de parque, debilitndole la moral a la tropa, sin mayores peligros.
Esta misma prctica debe aplicarse a
las horas de la noche, pero acercndose ms, demostrando mayor
agresividad, porque es mucho ms difcil un cerco en esas
condiciones. Es decir, la nocturnidad es otra caracterstica
importante de la guerrilla que sirve para avanzar hacia posiciones que
van a ser atacadas y tambin para movilizarse en territorios no bien
conocidos donde existe el peligro de delaciones. Naturalmente, su
inferioridad numrica hace muy necesario que los ataques sean siempre
por sorpresa, esa es la gran ventaja, es lo que permite al guerrillero
hacer bajas al enemigo sin sufrir prdidas porque no es lo mismo, en
un combate entre cien hombres de un lado y diez del otro, tener una
baja por cada lado. La baja enemiga es recuperable en cualquier
momento y corresponde en este ejemplo a un uno por ciento; la baja de
la guerrilla necesita ms tiempo para ser recuperada porque
constituye un soldado de alta especializacin y es el diez por ciento
del conjunto de las fuerzas operantes.
Nunca un soldado muerto de parte de las
guerrillas debe ser dejado con sus armas y con su parque. El deber de
todo soldado guerrillero es, inmediatamente que cae un compaero,
recuperar estos preciossimos elementos de lucha. Precisamente, el
parque, el cuidado que hay que tener con l y su metodizacin al
gastarlo, es otra caracterstica de la guerra de guerrillas. En
cualquier combate entre una fuerza regular y otra guerrillera se puede
identificar a una y a otra por su manera de hacer fuego: grandes
concentraciones de fuego de parte del ejrcito regular y tiros
aislados y precisos de parte del guerrillero.
Cierta vez uno de nuestros hroes, ya
muerto, debi emplear su ametralladora durante casi cinco minutos,
rfaga tras rfaga, para impedir el avance de los soldados enemigos
y este hecho caus una considerable desorganizacin en nuestras
fuerzas porque consideraron, por el ritmo del fuego, que esa posicin
clave estaba tomada por el adversario, pues era una de las poqusimas
ocasiones en que se haba hecho caso omiso de la necesidad de guardar
tiros, precisamente por la importancia del punto defendido.
Otra caracterstica fundamental del
soldado guerrillero es su flexibilidad para adaptarse a todas las
circunstancias y convertir en favorables todos los accidentes de la
accin. Frente a la rigidez de los mtodos clsicos de guerrear, el
guerrillero inventa su propia tctica en cada momento de la lucha y
sorprende constantemente al enemigo.
En primer lugar, solamente hay
posiciones elsticas, lugares especficos de donde no puede pasar el
enemigo y lugares de diversin del mismo. Es frecuente observar la
sorpresa con que ste nota que un avance gradual, sorteando
dificultades fcilmente, se encuentra de pronto frreamente detenido
y no hay posibilidades de seguir adelante. Es que las posiciones
defendidas por los soldados guerrilleros, cuando se ha podido hacer un
estudio cabal del terreno, son inexpugnables. No se cuenta cuntos
soldados atacan sino cuntos soldados pueden defenderla, y una vez
establecido ese nmero se defiende contra un batalln y casi
siempre, por no decir siempre, con xito. Gran tarea de los jefes es
elegir adecuadamente el momento y el lugar en que una posicin ser
defendida hasta el final.
La forma de ataque de un ejrcito
guerrillero tambin es diferente; se inicia sorpresiva, furibunda,
implacable, y se convierte de pronto en una pasividad total. El
enemigo sobreviviente, reponindose, cree que el atacante se ha ido,
empieza a tranquilizarse, a normalizar la vida interior del cuartel o
de la ciudad sitiada y de pronto surge un nuevo ataque en otro lugar,
con las mismas caractersticas, mientras el grueso de la guerrilla
espera los refuerzos presuntos; u otra vez, una posta que defiende un
cuartel es atacada de pronto, dominada, y ste cae en las manos de la
guerrilla. Lo fundamental es la sorpresa y la rapidez del ataque.
Muy importantes son los actos de
sabotaje. Es preciso diferenciar claramente el sabotaje, medida
revolucionaria de guerra, altamente eficaz y el terrorismo, medida
bastante ineficaz, en general, indiscriminada en sus consecuencias,
pues hace vctimas de sus efectos a gente inocente en muchos casos y
que cuesta gran nmero de vidas valiosas para la revolucin. El
terrorismo debe considerarse como factor valioso cuando se utiliza
para ajusticiar algn connotado dirigente de las fuerzas opresoras,
caracterizado por su crueldad, por su eficiencia en la represin, por
una serie de cualidades que hacen de su supresin algo til; pero
nunca es aconsejable la muerte de personas de poca calidad que traen
como consecuencia un desborde de la represin con su secuela de
muertes.
Hay un punto sumamente controvertido en
la apreciacin de terrorismo. Muchos consideran que al usarse y
exacerbar la opresin policial, impide todo o ms o menos
legal o semiclandestino de las masas e imposibilita su unin para las
acciones que seran necesarias en un momento determinado. Esto, en
s, es exacto, pero sucede tambin que en los momentos de guerra
civil y en determinadas poblaciones, ya la represin del poder
gobernante es tan grande que, de hecho, est suprimida toda clase de
accin legal y es imposible una accin de masas que no sea apoyada
por las armas. Por eso hay que tener mucho cuidado en la adopcin de
medidas de este tipo y analizar las consecuencias generales favorables
que pueden traer para la revolucin. De todas maneras, el sabotaje es
siempre un arma eficacsima, bien manejada. No debe emplearse el
sabotaje en inutilizar medios de produccin que deje paralizado
algn sector de la poblacin, es decir, que deje gente sin trabajo,
sin que influya esa paralizacin en la vida normal de una sociedad;
es ridculo un sabotaje contra una fbrica de refrescos, pero es
absolutamente correcto y recomendable un sabotaje contra una central
elctrica. En el primer caso se desplazan unos cuantos obreros y no
se modifica el ritmo de la vida industrial; en el segundo caso
tambin habr un desplazamiento de obreros, pero perfectamente
justificado por la paralizacin total de la vida de la regin.
Insistiremos en la tcnica del sabotaje en otro momento.
Una de las armas favoritas del
ejrcito, arma que se ha pretendido constituir en definitiva en los
actuales momentos, es la aviacin; sin embargo, sta no tiene
accin ninguna mientras la guerra de guerrillas est en sus etapas
primarias, con poca concentracin de hombres en lugares abruptos. La
eficacia de la aviacin consiste en la destruccin sistemtica de
defensas organizadas y visibles; para esto debe haber grandes
concentraciones de hombres que hagan estas defensas, lo que no ocurre
en este tipo de guerra. Tambin es eficaz en las marchas de columnas
por lugares llanos o lugares no protegidos; sin embargo, este ltimo
problema se elude fcilmente realizando marchas nocturnas.
Uno de los puntos ms dbiles del
enemigo es el transporte por carretera y ferrocarril. Es
prcticamente imposible vigilar metro a metro un transporte, un
camino, un ferrocarril. En cualquier lugar se puede poner una carga
considerable de explosivo que inutilice la va, o tambin explote en
el momento de pasar un vehculo, provocando, adems de la
inutilizacin de las mismas, una considerable prdida en vidas y
material al enemigo.
La fuente de explosivos es variada: se
puede traer de otras zonas, o pueden servir las mismas bombas tiradas
por la dictadura, que no siempre estallan, o fabricarse en
laboratorios clandestinos y dentro de la zona guerrillera. La tcnica
para hacerlas explotar es muy variada: la fabricacin de los mismos
tambin depende de las condiciones de la guerrilla.
En nuestros laboratorios hacamos
plvora que utilizbamos como fulminante e inventamos varios
dispositivos para hacer estallar estas minas en el momento indicado.
Los que daban mejor resultado eran los elctricos, pero la primera
mina que se hizo explotar fue una bomba arrojada por los aviones de la
dictadura, a la que se le introdujeron varios fulminantes y se le
agreg una escopeta cuyo gatillo era halado por un hilo. En el
momento en que pas un carro enemigo se dispar el arma, provocando
su explosin.
Se pueden ir perfilando esas tcnicas
hasta un grado extremo y tenemos noticias de que en Argelia, por
ejemplo, en la actualidad se usan contra el podero colonial francs
minas teleexplotables, es decir, por un sistema de radio a larga
distancia del punto donde ellas estn situadas.
La tcnica de emboscarse en los
caminos para hacer explotar minas y aniquilar a los sobrevivientes es
de las ms remuneradoras en cuanto a parque y armas; el enemigo
sorprendido no usa sus municiones, no tiene tiempo de huir y con poco
gasto de parque se consiguen resultados apreciables.
A medida que se golpea al enemigo va
cambiando su tctica tambin y en vez de salir carros aislados
transitarn verdaderas columnas motorizadas. Sin embargo, eligiendo
bien el terreno se puede lograr el mismo resultado fraccionando la
columna y acumulando fuerzas sobre un vehculo. Hay que considerar
siempre en estos casos, los elementos esenciales de la tctica
guerrillera, que son: el conocimiento absoluto del terreno, la
vigilancia y previsin de los caminos de escape, el conocimiento y
vigilancia de todos los caminos secundarios que pueden llevar al
atacante hacia ese punto, el conocimiento de la poblacin de la zona;
el apoyo total de sta en cuanto a abastecimientos, a transporte, a
ocultacin transitoria y a ocultacin permanente, cuando es
necesario dejar compaeros heridos, la superioridad numrica en un
punto determinado de la accin, la movilidad total y la posibilidad
de contar con reservas.
Si se cumple con todos estos requisitos
tcticos, la sorpresa en las vas de comunicacin del enemigo da
dividendos notables.
Parte fundamental de la tctica
guerrillera, es el trato a todos los seres humanos de la zona. Es
importante, asimismo, el trato dado al enemigo; la norma a seguir debe
ser una implacabilidad absoluta en la hora del ataque, una
implacabilidad absoluta con todos los elementos despreciables que se
dediquen a la delacin o al asesinato y una clemencia lo ms
absoluta posible con los soldados que van a combatir cumpliendo, o
creyendo cumplir, su deber militar. Es buena norma, mientras no haya
bases considerables de operaciones y lugares inexpugnables, no hacer
prisioneros. Los sobrevivientes deben ser dejados en libertad. Los
heridos deben ser cuidados con todos los recursos posibles en el
momento de la accin. La conducta con la poblacin civil debe estar
reglada por un gran respeto a todas las tradiciones y normas de la
gente de la zona, para ir a una demostracin efectiva, con los
hechos, de la superioridad moral del soldado guerrillero sobre el
soldado opresor. No debe ajusticiarse sin dar oportunidad de descargo
al reo, salvo momento especiales.
4. Guerra en terrenos favorables
Como ya dijimos, no siempre la lucha
guerrillera se va a desarrollar en el terreno ms favorable a la
aplicacin de sus tcticas; pero en el caso en que esto ocurra, es
decir, en que el grupo guerrillero est asentado sobre zonas de
difcil , ya porque el monte sea intrincado, haya montaas
abruptas, desiertos intransitables, o cinagas, la tctica general
tendr que ser siempre la misma y basarse en los postulados
fundamentales de la guerra de guerrillas.
Un punto importante a considerar es el
modo de hacer o con el enemigo. Si la zona es tan intrincada,
tan adversa que no pueda llegar hasta ella en ningn momento un
ejrcito organizado, la guerrilla deber avanzar hasta las zonas
donde pueda llegar este ejrcito, donde haya posibilidad de combate.
La guerrilla debe combatir pasado el
primer momento despus de asegurada su supervivencia. Tiene que salir
constantemente de su refugio a pelear, su movilidad no tiene que ser
tanta como en los casos en que el terreno es desfavorable; tendr,
que adecuarse a las condiciones del enemigo, pero no es necesario un
desplazamiento como el que est implcito en lugares donde el
enemigo pueda concentrar gran cantidad de hombres en pocos momentos.
No es tampoco tan importante el carcter de nocturnidad de esta
guerra; podr en muchos casos hacerse operaciones de da y, sobre
todo, efectuar movilizaciones diurnas, todo esto supeditado a la
vigilancia enemiga por tierra y por aire. Al mismo tiempo, se puede
persistir en una accin guerrera durante mucho ms tiempo, en las
montaas sobre todo; se puede entablar combates de larga duracin
con muy pocos elementos y es muy probable que se logre impedir la
llegada de refuerzos enemigos hasta el escenario de la lucha.
La vigilancia de los posibles lugares
de es, sin embargo, un axioma que nunca debe olvidar el
guerrillero, pero su agresividad (por las mismas dificultades que
tiene el enemigo para recibir refuerzos) puede ser an mayor, puede
acercrsele mucho ms, hostilizarlo ms directamente, combatirlo
ms frontalmente y durante mayor tiempo; todo esto supeditado a una
serie de circunstancias como la cantidad de parque, por ejemplo.
La guerra en terreno favorable y,
particularmente, en las montaas, presenta, frente a tantas ventajas,
el inconveniente de que es difcil tomar en una sola operacin una
cantidad considerable de armas y parque debido a las precauciones que
toma el enemigo en estas regiones (nunca el soldado guerrillero debe
olvidar el hecho de que debe ser el enemigo la fuente de
abastecimiento del parque las armas). Pero mucho ms rpidamente que
en terrenos desfavorables, podr la guerrilla asentarse,
sedentarizarse, es decir, formar un ncleo capaz de establecer una
guerra de posiciones, donde instale, adecuadamente protegidas de la
aviacin o de la artillera de largo alcance, las pequeas
industrias que ha de necesitar, as como los hospitales, centros
educativos y de entrenamiento, adems de los almacenes, rganos de
difusin, &c.
La integracin numrica de la
guerrilla en estas condiciones puede ser mucho mayor, habr incluso
hombres que no peleen y hasta un proceso de entrenamiento para tomar
armas que eventualmente caigan en poder del ejrcito guerrillero.
El nmero de hombres que puede tener
una guerrilla es materia de clculos sumamente flexibles, adecua al
territorio, a las facilidades de abastecerlos, a la fuga en masa de
gente oprimida de otras zonas, a las armas disponibles, a las
necesidades mismas de la organizacin. Pero, en todo caso, es mucho
ms factible sedentarizarse y engrosarse con el aporte de nuevos
elementos combatientes.
El radio de una guerrilla de este tipo
puede ser tan amplio como las condiciones o las operaciones de otras
guerrillas en terrenos adyacentes lo permitan. Todo estar limitado
por el tiempo que se tarde en llegar desde un punto de operaciones a
una zona de seguridad; es decir, calculando que las marchas deben
hacerse de noche, no podr operarse ms all de cinco o seis horas
de su punto de seguridad mnimo; naturalmente, desde la zona de
seguridad, pueden extenderse pequeas guerrillas que vayan
debilitando constantemente el territorio.
Las armas preferibles para este tipo de
guerra son las de largo alcance, con poco gasto de balas apoyadas por
un grupo de armas automticas o semiautomticas. De los fusiles y
ametralladoras que hay en los mercados norteamericanos, una de las
armas ms recomendables es el fusil M-1, denominado Garand, que debe
ser usado por gente con cierta experiencia, pues tiene el
inconveniente de gastar demasiado parque. Se pueden usar armas de tipo
semipesado como ametralladoras de trpode con ms margen de
seguridad para ella y sus servidores en los terrenos favorables, pero
siempre debe ser un arma de contencin y nunca de ataque.
Una constitucin ideal para guerrilla
de veinticinco hombres sera: diez a quince fusiles de un tiro y unas
diez armas automticas entre Garand y ametralladoras de mano,
contando con el apoyo de armas automticas de fcil transporte y
livianas como son los fusiles ametralladoras de tipo Browning o los
ms modernos FAL belga y M-14. Entre las ametralladoras de mano, son
preferibles las de nueve milmetros que permiten mayor transporte de
parque y, cuanto ms sencilla sea su construccin, ms
recomendable, por la facilidad de cambiarles las piezas. Todo eso
adecuado al armamento que tenga el enemigo, pues el parque que ste
utiliza es el que vamos a usar cuando esas armas caigan en nuestras
manos. Las armas pesadas que pueda utilizar ste, son prcticamente
desechables. La aviacin no puede ver nada y es inoperante, los
tanques y caones muy poco pueden hacer debido a las dificultades de
avanzar en estas zonas.
Un captulo muy importante, es el
abastecimiento; en general, las zonas de difcil , por este
hecho precisamente, tambin presentan dificultades, pues los
campesinos y, por ende, el abastecimiento de tipo agropecuario
directo, escasea. Hay que mantener lneas estables para poder contar
siempre con un mnimo de comida en depsitos, previendo cualquier
contingencia desagradable.
En esta zona de operaciones, por lo
general, las posibilidades de sabotaje en gran escala no son
importantes, porque, el mismo hecho ya citado de la inaccesibilidad,
hace que haya pocas construcciones, pocas lneas telefnicas,
acueductos, &c., que puedan ser daados por una accin directa.
Para los abastecimientos es importante
tener animales, de los cuales el mejor, tratndose de terrenos
quebrados, es el mulo. Hay que contar con pastizales adecuados que
permitan una buena nutricin. Este animal puede pasar por terrenos
sumamente accidentados, por donde ninguna otra bestia lograra
hacerlo. En los casos ms difciles se debe recurrir al transporte
con hombres. Cada individuo puede transportar una carga de veinticinco
kilos, durante muchas horas diarias y durante muchos das.
Las lneas de comunicaciones con el
exterior deben contar con una serie de puntos intermedios de gente de
entera confianza en donde se puedan ir almacenando productos y donde
puedan ir a esconderse los os en un momento determinado;
adems, se pueden ir creando lneas de comunicaciones internas cuya
extensin depende del grado de desarrollo alcanzado por la guerrilla.
En algunas zonas de los frentes de operaciones de la pasada guerra
Cubana se establecieron lneas telefnicas de muchos kilmetros de
longitud, se hicieron caminos y se tena siempre un servicio de
mensajeros adecuado para cubrir todas las zonas en el menor tiempo
posible.
Hay, sin embargo, otra serie de
posibilidades no aplicadas en la guerra Cubana, pero perfectamente
aplicables, como son las seales de humo, las seales de espejos de
sol y las palomas mensajeras.
La necesidad vital de las guerrillas es
mantener sus armas en buenas condiciones, conseguir parque y tener,
sobre todas las cosas, zapatos adecuados. Los primeros esfuerzos
industriales deben dirigirse entonces hacia estos objetivos. Las
fbricas de zapatos pueden ser al principio instalaciones de
remendones que coloquen medias suelas a zapatos viejos y, despus, se
puede ir a la constitucin de diferentes fbricas de un buen
promedio diario de zapatos, organizando el trabajo. La fabricacin de
plvora es bastante sencilla y se puede lograr mucho teniendo un
pequeo laboratorio y trayendo los materiales necesarios desde
afuera. Los terrenos minados constituyen un grave peligro para el
enemigo, pueden minarse grandes extensiones que exploten de una sola
vez sepultando hasta cientos de hombres.
5. Guerra en terrenos desfavorables
Para hacer la guerra en este tipo de
terrenos, es decir, no muy accidentados, sin bosques, con muchas vas
de comunicacin, deben cumplirse todos los requisitos fundamentales
de la guerra de guerrillas, slo que cambiarn las formas de
hacerlo. Cambiar, digamos, la cantidad, no la calidad de la guerra
de guerrillas. Por ejemplo: para seguir el mismo orden anterior, la
movilidad de este tipo de guerrillas debe ser extraordinaria, el golpe
dado, con preferencia nocturno, debe ser sumamente rpido, explosivo
casi, y la retirada no solamente veloz sino que debe la guerrilla
moverse hacia lugares distintos al de su origen, lo ms lejos posible
de la accin, considerando siempre que no haya una posibilidad de
guarecerse en un lugar inaccesible a las fuerzas represivas.
Un hombre puede caminar durante las
horas de la noche entre treinta y cincuenta kilmetros, pero durante
las primeras horas del da tambin se puede marchar, salvo que las
zonas de operaciones no estn perfectamente controladas y haya el
peligro de que los vecinos del lugar vean la tropa pasar y comuniquen
al ejrcito perseguidor la situacin, en dnde la vio y el rumbo.
Siempre es preferible, en estos casos, actuar de noche, en el mayor
silencio posible antes y despus de realizar la accin y se deben
elegir las primeras horas nocturnas. Tambin aqu los clculos
fallarn pues habr veces que las horas de la madrugada sern
mejores. Nunca conviene habituar al enemigo a una forma determinada de
guerra; hay que variar constantemente los lugares y las horas de
operacin y las formas de hacerlo tambin.
Ya dijimos que la accin no puede ser
persistente sino rpida; tiene que ser de un grado de efectividad muy
grande, de pocos minutos, seguida de una retirada inmediata. Las armas
empleadas aqu no sern las mismas que en los casos de terrenos
favorables; es preferible tener la mayor cantidad de automticas; en
los ataques nocturnos la puntera no es un factor determinante sino
la concentracin de fuego; cuanto ms armas automticas tiren a
menor distancia, ms posibilidades hay de que el enemigo sea
aniquilado.
Adems, las explosiones de las minas
en los caminos y la destruccin de puentes, son factores de mucha
importancia a tener en cuenta; la agresividad ser mucho menor en
cuanto a persistencia de los ataques, en cuanto a continuidad de los
mismos, pero podrn ser de mucha violencia, podrn utilizarse armas
diferentes tambin, como las minas ya descritas y la escopeta. En
vehculos descubiertos y muy cargados de hombres que son, en general,
los utilizados para el transporte de tropas, e incluso en vehculos
cubiertos que no tengan defensas especiales, como pueden ser mnibus
o similares, la escopeta es un arma tremenda. Una escopeta cargada con
balines es de la mayor efectividad. No es este un secreto de las
guerrillas, se utiliza tambin en las grandes guerras y los
norteamericanos tenan pelotones de escopeteros con armas de gran
calidad armadas de bayonetas para asaltar nidos de ametralladoras.
Hay un problema importante a dilucidar,
el del parque: ste ser casi siempre quitado el enemigo. De modo
que hay que dar golpes donde haya la seguridad absoluta de restituir
el parque gastado a menos que se cuente con provisiones grandes en
lugares seguros; es decir, no se puede arriesgar un ataque aniquilador
contra un grupo de hombres si esto ha de costar la totalidad del
parque y no se va a poder recoger. Siempre en la tctica de la
guerrilla es de considerar el grave problema del abastecimiento del
material blico fundamental para continuar la lucha. Por eso las
armas deben adecuarse a las que tiene el enemigo salvo algunas cuyo
parque pueda ser obtenido en la zona misma o el las ciudades, como son
los revlveres o escopetas.
El nmero de hombres que pueda tener
una guerrilla de este tipo no debe ser superior a diez o quince. Es de
enorme importancia considerar siempre las limitaciones de nmero en
cuanto a la integracin de un solo cuerpo combativo; diez, doce,
quince hombres pueden esconderse en cualquier lugar y al mismo tiempo
oponer al enemigo una resistencia poderosa y apoyarse mutuamente;
cuatro o cinco quiz sera un nmero muy pequeo, pero cuando el
nmero pasa de diez las posibilidades de que el enemigo los localice,
en su campamento de origen o en alguna marcha, son mucho mayores.
Recurdese que, en marcha, la
velocidad de la guerrilla es igual a la velocidad de su hombre ms
lento. Es ms difcil encontrar uniformidad de marcha en veinte,
treinta o cuarenta hombres, que en diez. Y el guerrillero del llano
debe ser fundamentalmente un corredor. En el llano es donde la
prctica del pega y huye debe adquirir su mxima expresin. Las
guerrillas del llano tienen el enorme inconveniente de poder ser
cercadas rpidamente, de no tener lugares seguros donde oponer una
resistencia firme y, por lo tanto, deben vivir en unas condiciones de
absoluta clandestinidad durante un largo tiempo del proceso, pues no
se puede confiar en ningn vecino cuya fidelidad no est
perfectamente probada. Las represiones del enemigo son tan violentas,
tan brutales, en general, llegando no slo al cabeza de familia, sino
muchas veces a mujeres y nios, que la presin sobre individuos no
muy firmes puede determinar en cualquier momento que aflojen y den
indicaciones de dnde est y cmo opera la guerrilla, lo que
provocara inmediatamente un cerco con consecuencias siempre
desagradables, aunque no necesariamente mortales, para la misma.
Cuando las condiciones, el acopio de armas, el estado insurreccional
del pueblo, obliguen a aumentar el nmero de hombres, deben dividirse
las guerrillas. Si es necesario, en un momento dado, pueden reunirse
para dar un golpe, pero de tal forma, que inmediatamente despus se
haga la dispersin hacia las zonas habituales, ya divididos en
pequeos grupos de diez, doce o quince hombres.
Se puede perfectamente organizar
verdaderos ejrcitos con un mando nico y obtener el respeto y la
obediencia a ese mando, sin necesidad de estar agrupados. Es por ello
que es muy importante la eleccin del jefe de la guerrilla, y la
seguridad de que este jefe va responder ideolgica y personalmente al
jefe mximo de la zona.
Una de las armas que pueden ser usadas
por la guerrilla -arma de tipo pesado- de muy gran utilidad por su
fcil transporte y manejo, es la bazooka. En la actualidad, la
granada antitanque de los fusiles puede reemplazarla. Naturalmente,
ser un arma tomada al enemigo. Es ideal para disparar sobre
vehculos blindados y aun sobre vehculos sin blindaje que estn
cargados de tropas, y para tomar pequeos cuarteles con una
guarnicin reducida, en poco tiempo, pero es necesario apuntar que
solamente se puede llevar como mximo, y haciendo ya un considerable
esfuerzo, tres obuses por hombre.
En cuanto a esto de la utilizacin de
las armas pesadas tomadas al enemigo, es natural que no se puede
desperdiciar ninguna, pero hay armas, como la misma ametralladora de
trpode, ametralladora pesada calibre cincuenta, &c., que si son
tomadas, podrn ser utilizadas con un sentido de conformidad frente a
su prdida eventual; es decir, no podr darse una batalla en las
condiciones desfavorables que estamos analizando para defender una
ametralladora pesada o algn otro utensilio de este tipo; simplemente
utilizarla hasta el momento tctico en que sea preciso abandonarla en
una posicin. En nuestra guerra de liberacin, abandonar un arma
constitua un grave delito y no se dio nunca el caso de que se
itiera un pretexto como el apuntado, pese a lo cual, lo expresamos,
explicando claramente la nica situacin en que no constituira
motivo de escarnio. El arma del guerrillero en terrenos desfavorables
es la personal de tiro rpido.
Las mismas caractersticas de fcil
son las que en general permiten que la zona sea habitable y que
haya una buena concentracin campesina en esos lugares, y eso
favorecer enormemente el abastecimiento; teniendo gente de
confianza, haciendo o con los establecimientos encargados de
expender vveres a la poblacin, se puede mantener perfectamente una
guerrilla sin tener que dedicar tiempo ni mucho dinero a lneas de
comunicaciones largas y peligrosas. Tambin en esto es bueno recalcar
que cuanto ms pequeo sea el nmero de hombres, ms fcil se
conseguir la comida de stos. Los abastecimientos esenciales,
hamacas, frazadas, tela impermeable, mosquiteros, zapatos, medicinas y
comida se encontrarn directamente en la zona. Son objetos de uso
diario por los habitantes de la misma.
Las comunicaciones sern mucho ms
fciles en el sentido de poder contar con mayor nmero de hombres,
muchas ms vas para llevarlas a cabo, pero sern mucho ms
difciles en cuanto a la seguridad necesaria para poder llevar un
mensaje a un lugar lejano, pues habr que contar con una serie de
os en los cuales se tendr que confiar y existir el peligro
de una eventual captura de alguno de los mensajeros que transiten
constantemente por zonas enemigas. Si los mensajes no son de mucha
importancia, debe utilizarse la forma verbal, si lo son, habr que
utilizar la forma escribe y en clave, puesto que la experiencia
ensea que la transmisin oral de boca en boca desfigura
completamente cualquier comunicacin transmitida en estas
condiciones.
Por las mismas razones apuntadas,
adems de considerar la extrema dificultad del trabajo, las
industrias adquirirn mucha menor importancia. No se podrn hacer
fbricas de zapatos ni de armas. Prcticamente debern limitarse a
pequeos talleres muy bien ocultos donde se puedan recargar cartuchos
de escopetas, fabricar algn tipo de mina, niples, en fin, lo
adecuado para el momento. Se podr contar, en cambio, con todos los
talleres amigos de la zona para la clase de trabajo que sea necesario.
Esto nos lleva a dos consecuencias
emanadas lgicamente de lo dicho. Una de ellas es que las condiciones
de sedentarizacin en cuanto a la guerra de guerrillas son inversas
al grado de desarrollo productivo del lugar dado. Todos los medios
favorables, todas las facilidades para la vida del hombre hacen tender
a ste a la sedentarizacin, en la guerrilla sucede todo lo
contrario: mientras ms facilidades haya para la vida del hombre,
ms nmada, ms incierta ser la vida del guerrillero. Es que en
realidad se rigen por el mismo principio. Precisamente el ttulo de
este capitulo es La accin en terreno desfavorable porque todo lo
que es favorable a la vida humana con su secuela de comunicaciones, de
ncleos urbanos y semiurbanos de grandes concentraciones de gentes,
de terrenos fcilmente trabajados por la mquina, &c., colocan
al guerrillero en una situacin desventajosa.
La segunda conclusin es que, si el
trabajo guerrillero debe traer aparejado necesariamente un
importantsimo trabajo de masas, muchsimo ms importante es este
trabajo en la zona desfavorable, es decir, en las zonas donde un slo
ataque enemigo puede provocar una catstrofe. Debe ser all continua
la prdica, continua la lucha por la unin de los trabajadores, de
los campesinos mismos, de otras clases sociales si las hubiera en la
zona, para lograr una homogeneizacin total del frente interno con
respecto a los guerrilleros. Y esta labor de masas, este trabajo
constante en el aspecto masivo de las relaciones de la guerrilla y los
habitantes de la zona, debe tambin considerar el caso individual del
enemigo recalcitrante y eliminarlo sin contemplaciones cuando
constituya un peligro. En esto, la guerrilla debe ser drstica. No
pueden existir enemigos dentro de la zona de operaciones en lugares
que no ofrezcan seguridad.
6. Guerra suburbana
Si en un momento dado, en la guerra de
guerrillas, se llega al acoso de las ciudades, a penetrar de tal
manera el campo circundante, que puedan establecerse, en condiciones
de cierta seguridad, ser necesario darles a stas una educacin
especial o, mejor dicho, una organizacin especial.
Es fundamental precisar que nunca puede
surgir por s misma una guerrilla suburbana. Tendr nacimiento
despus de que se creen ciertas condiciones necesarias para que pueda
subsistir, y esto mismo indica que la guerrilla suburbana estar
directamente a las rdenes de jefes situados en otra zona. Por tanto,
la funcin de esta guerrilla no ser llevar a cabo acciones
independientes, sino de acuerdo con planes estratgicos
preconcebidos, de modo tal que su funcin sea la de secundar la
accin de los grupos mayores situados en otra rea y contribuir
especficamente al xito de determinada concepcin tctica, sin la
amplitud operacional que tienen las guerrillas de los otros tipos. Es
decir, una guerrilla suburbana no podr optar entre tumbar telfonos
o ir a hacer atentados en otro lugar, o sorprender una patrulla de
soldados en un camino lejano; har exactamente lo que se le diga. Si
su funcin es cortar postes de telfono, tendidos elctricos,
alcantarillados, vas frreas, acueductos, deber limitarse a
cumplir estas funciones a cabalidad.
Su integracin numrica no debe pasar
de cuatro o cinco hombres. Es importante la limitacin del nmero
porque la guerrilla suburbana debe ser considerada como situada en
terrenos excepcionalmente desfavorables, donde la vigilancia del
enemigo ser mucho mayor y las posibilidades de represalias aumentan
enormemente as como las de una delacin. Hay que contar con
circunstancias agravantes el hecho de que la guerrilla suburbana no
puede alejarse mucho de los lugares donde vaya a operar; a la rapidez
de accin y a la rapidez de desplazamiento debe unir, sin embargo, un
alejamiento relativamente pequeo del lugar de la accin,
permaneciendo totalmente oculta durante el da. Es una guerrilla
nocturna por excelencia, sin posibilidades de cambiar su manera de
operar hasta que el avance de la insurreccin sea tan grande que se
pueda sitiar la ciudad y tomar participacin en ello como combatiente
activo.
Cualidades esenciales de este
guerrillero deben ser la disciplina, en mayor grado quizs que
ninguno, y la discrecin. No podr contarse con ms de dos o tres
casas amigas que brinden el alimento; es casi seguro que un cerco en
esas condiciones equivalga a la muerte; las armas, adems no sern
de la misma categora que las de los otros ncleos. Sern de
defensa personal, slo las que no obstaculicen una huida rpida y un
escondite seguro. No debern tener sino una carabina o una escopeta
recortada o dos y los dems , pistolas, como armas ptimas.
Nunca se realizarn hechos armados
sino por sorpresa sobre uno o dos de la tropa enemiga o su
servicio de confidentes, centralizando la accin en el sabotaje
ordenado.
Para esto necesitan un amplio equipo
instrumental. El guerrillero tiene que tener sierras adecuadas,
grandes cantidades de dinamita, picos y palas, aparatos de trabajo
para levantar lneas frreas; en fin, un equipo mecnico adecuado
al trabajo que va realizar y escondido en lugares seguros, al alcance
fcil de la mano del que lo necesite.
Si hay ms de una guerrilla,
dependern todas de un solo jefe, el que ordenar los trabajos
necesarios a travs de os de probada confianza que hagan vida
civil. Podr en ciertos casos el guerrillero mantener su trabajo de
pocas de paz, pero esto es muy difcil; prcticamente, la
guerrilla suburbana es un grupo de hombres que ya est fuera de la
ley, que tiene complexin de ejrcito, situado en las condiciones
tan desfavorables que hemos descrito.
La importancia de una lucha suburbana
ha sido muy desestimada, pero es extraordinaria. Un buen trabajo
de este tipo, extendido sobre una amplia rea, paraliza casi completamente
la vida comercial e industrial de ese sector y coloca a la poblacin
entera en una situacin de intranquilidad, de angustia, de ansias
casi del desarrollo de sucesos violentos para salir de esa espera.
Si desde el primer momento del inicio de la guerra se piensa en
la posibilidad futura y se van organizando especialistas en este
tipo de lucha, se garantizar una accin mucho ms rpida y por
tanto un ahorro de vidas y del precioso tiempo de la nacin.
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